La nueva temporada de sidrerías comenzará el 5 de febrero y la sidra se degustará en la mesa, servida en jarra y botellas transparentes. Habrá tarjetas con el número de la kupela y la información correspondiente para que el comensal sepa qué sidra está degustando. Y con código QR. El sector no se rinde y encara la nueva temporada adaptándose a la situación. Hoy han presentado la temporada representantes de la Denominación de Origen Euskal Sagardoa y de las Asociaciones de sidrerías de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.
Según han narrado a lo largo de la comida el responsable de cada mesa se podrá levantar a rellenar la jarra, siempre con la ayuda del responsable de la sidrería para así llevar a su mesa la sidra que quieran degustar o la que recomiende el responsable de la bodega.
El sector de la sidra ha desarrollado un protocolo específico que contiene las pautas para cumplir las normas
condicionadas por la situación actual, pero a su vez comprender una serie de requisitos para que la gente pueda disfrutar de la nueva sidra con la mayor seguridad. Este protocolo se ha ido adecuando desde mayo, según la
normativa y los cambios en los decretos, pero siempre manteniendo una sólida base: que degustar la sidra y la experiencia en la sidrería resulte seguro y sea atractivo.
Las mesas se conformarán con un máximo de seis personas y el servicio se ofrecerá en la mesa, con las distancias de seguridad establecidas y degustando la nueva sidra a la mesa. De acuerdo con lo establecido en el decreto del 12 de enero, las sidrerías deberán cerrar también a las 20 horas.
Dentro de la Denominación de Origen Euskal Sagardoa se han elaborado 1.200.000 litros de sidra en la cosecha 2020, utilizando para ello algo más de 2 millones de kilos se manzana.
La Denominación de Origen Euskal Sagardoa la componen 48 bodegas elaboradoras junto con 248 productores de manzana de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.
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