(EFE). El colectivo GuraSOS aseguró este jueves que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) «se propone redirigir a la playa de la Zurriola» en San Sebastián «las dioxinas y metales pesados detectados en las aguas subterráneas de la incineradora de Zubieta».
GuraSOS afirma, en una nota de prensa, que GHK ya ha solicitado autorización a la Agencia vasca del Agua (Ura) para «realizar un bombeo y posterior vertido al colector de saneamiento del Añarbe» que luego «saldría» por el emisario de Mompás, junto a la playa de la Zurriola, «sin depuración previa de dioxinas y otros componentes contaminantes», porque el sistema de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Loiola «no es apto para ese fin».
Según GuraSOS, GHK se propone construir «un sistema de bombeo» con el fin de «conectar con la red de saneamiento existente junto al túnel de acceso a las instalaciones de la incineradora», unas obras cuya duración de dos meses y un coste de 369.087 euros.
GuraSOS aclara que el contenido de la autorización solicitada por GHK a URA era el único punto del orden del día previsto para la reunión que la asamblea del consorcio tenía previsto celebrar ayer.
Respecto a la «afección medioambiental» de esta actuación, el colectivo antiincineración denuncia que el propio expediente que acompaña la solicitud de GHK «se afirma que el vertido actual es ‘no apto para río'».
Asimismo revela que «informes públicos realizados por encargo de la propia GHK y en manos de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco demuestran que en los dos últimos años se han detectado dioxinas y furanos en esas aguas subterráneas en un nivel entre 34 y 62 veces superior al valor de la denominada contaminación severa», así como «metales pesados, amonio, cloruros, fenoles e hidrocarburos totales de petróleo, todos ellos habituales en la combustión de residuos en general y plásticos en particular». «Incluso ha aparecido lindano en alguna de las muestras», detalla la nota de GuraSOS.
«En lo que afecta a la depuración -prosigue el comunicado-, se da la circunstancia de que la EDAR de Loiola no se halla equipada con procedimientos técnicos que permitan desactivar los elementos contaminantes del vertido de la incineradora».
Asimismo, desvela que, aparte del permiso que ahora se solicita a URA, ni la Autorización Ambiental Integrada (AAI) de la incineradora, ni la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ni el colector de Aguas de Añarbe «prevén un vertido de estas características».
GuraSOS recuerda también que, según el Reglamento de Saneamiento y Vertidos del Añarbe, no son asimilables a vertidos domésticos las aguas residuales que contengan sustancias especialmente peligrosas o de especial incidencia en el medio ambiente o en la viabilidad y rendimiento de los procesos de depuración, como «cloruros, cobre, zinc y fenoles».
«Exactamente los mismos componentes que fueron detectados en un análisis encargado por el Ayuntamiento de Usurbil al detectar en julio contaminación en la regata Arkaitzerreka», unos hechos que fueron denunciados por GuraSOS ante la Fiscalía «al día siguiente de aparecer la regata enrojecida y llena de espuma en la salida del tubo dren del fondo de la plataforma de la incineradora».
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