Una breve carcajada ha sido la primera respuesta del alcalde de Donostia, Eneko Goia, cuando los periodistas le han preguntado por el ya famoso y controvertido cartel turístico del Palacio Miramar, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de hoy. “¿Cómo era esto, de que me alegro de que me haga usted esta pregunta…?”, ha bromeado.
De forma aún más evidente en los gestos que en las palabras, Goia ha dejado claro que no le gusta el resultado. “Ha generado cierta polémica, opiniones hay para todos los gustos”, ha comenzado. “Para mí es mejorable, manifiestamente, pero bueno”. Por otro lado, “como es un elemento que tampoco tiene gran complicación” para ser trasladado, “si vemos que efectivamente no es el mejor lugar, pues ya lo moveremos. Tampoco le quiero dar más importancia de la que realmente tiene”.
“Yo entiendo que, cuando se hacen las cosas, se hacen con buena intención”, pero en ocasiones los resultados “no responden a las expectativas”, ha seguido el alcalde. “Hay una serie de elementos (como el color “poco discreto” o las dos alturas, ha citado) que en el entorno generan polémica”, aunque a veces esto resulte “hasta divertido”. Pero asegura que “yo tampoco le doy mayor importancia, porque no es una actuación inamovible”. Hay que “saber escuchar” las opiniones, señala Goia.
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