El alcalde Eneko Goia se ha referido hoy al desalojo del Infierno del pasado jueves y a la petición de las asociaciones sociales de que las instituciones apoyen a los 60 desalojados de la fábrica. Goia ha sido claro: «El Ayuntamiento tiene 227 plazas para dar respuesta al sinhogarismo y están ocupadas 194 a día de hoy».
«El Infierno no puede ser considerado un lugar de residencia», ha expresado el alcalde cuestionado al respecto, añadiendo que como es sabido el Ayuntamiento quiere regenerar esa zona. Pese a todo ha recordado que no fue el Consistorio el promotor del desalojo, sino los propietarios privados de los pabellones con la decisión final del poder judicial.
«Hay que hacer una reflexión general respecto a las personas sin hogar, pero no solo respecto a quienes estaban en el Infierno», ha considerado Goia, añadiendo que a raíz del confinamiento el Consistorio de Donostia puso en marcha mecanismos sociales para ayudar a estas personas con líneas todavía abiertas y que han supuesto un desembolso de millón y medio de euros.
«Todas las personas sin hogar tienen acceso a los servicios sociales para recibir lo que puedan necesitar«, ha manifestado Goia.
«Donostia ofrece respuestas en este asunto, pero lo tenemos que hacer todos o pasa lo que pasa. El 50% de las personas que acogimos durante el confinamiento no reside aquí«, ha puntualizado el alcalde, animando a otras instituciones a actuar.
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