La diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, acompañada por Jone Aginagalde y Aitzol Illarramendi, que forman una familia de acogida, ha anunciado que en Gipuzkoa hay 73 niños y niñas que necesitan vivir con una familia de acogida en Gipuzkoa, y en siete casos es urgente porque «viven realidades muy complicadas”.
Actualmente, en el territorio 403 menores viven con 350 familias de acogida, a los que hay que sumar los 58 que han llegado desplazados desde Ucrania. “Muchas veces –ha explicado Peña–, desconocemos la situación que viven. Queremos hacerlos visibles, y así tratar de encontrar a siete familias que les puedan acoger en sus hogares”.
El programa de acogimiento familiar de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha cumplido en 2022 33 años, “y es, sin ninguna duda, una figura de protección consolidada en Gipuzkoa”.
No todos los menores tienen las mismas necesidades, pero necesitan el calor de una familia, al tiempo que puedan seguir teniendo relación con sus familias biológicas, a pesar de no poder vivir con ellas. Las familias de acogida ofrecen una alternativa “inmejorable” a estos chicos y chicas.
Beroa, Lauka, Agintzari y Baketik son las asociaciones que acompañan a la Diputación en esta tarea.
Los siete casos más urgentes
Maite Peña ha repasado los perfiles de siete chicos y chicas que llevan tiempo esperando a ser acogidos en una familia.
Miren tiene 10 años y lleva desde los 6 viviendo en una casa con otros niños y niñas, le gusta bailar, la pintura y diseñar ropa, y ella misma dice que es cariñosa, creativa y lista. Sergio tiene 14 años y vive con otros chavales de su misma edad, le encanta el futbol, y aunque le cueste un poco expresar lo que siente, quiere mucho a su familia, pero como no puede estar con ellos, quiere vivir con una que le cuide bien.
Jon tiene 4 años y vive con una familia de acogida de urgencia. Lo que más le gusta es jugar con trenes, dice que se aburre estando quieto, por eso le encanta ir al parque a andar en bicicleta.
Melissa tiene 11 años y vive con otros niños y educadores. Le gusta jugar con muñecas, aunque su abuela le diga que ya es mayor para ello. Quiere mucho a sus abuelos, pero no puede vivir con ellos.
Teresa, una chica de 13 años, vive en un piso de acogida desde principios de año, y dice que disfruta muchísimo de todas las actividades que realizan. Aunque le cueste un poco ponerse al día con las tareas del cole, le gusta mucho pasar tiempo con sus amigas.
Omar tiene 12 años y lleva desde los 8 en un piso de acogida con otros chicos y chicas. Quiere mucho a sus hermanos y son muy importantes para él. A él también le gustaría vivir con una familia, al igual que sus hermanos.
Fani tiene 9 años y sobre todas las cosas, le gusta la gimnasia rítmica. Le da un poco de miedo no encajar con la familia de acogida, pero tiene muchas ganas de vivir con una de ellas.
La diputada ha remarcado que cualquier persona puede ser familia de acogida, por eso ha animado a las familias que puedan estar interesadas a llamar y pedir información. «Es el primero de los pasos que hay que dar, y a veces el más difícil”. Además ha recordado que todas las familias reciben ayuda: “Hay un equipo de profesionales que realiza el seguimiento, esos profesionales van tomando las decisiones necesarias para el bienestar de la familia y de la persona menor, y reciben también una ayuda económica para todos los gastos habituales, incluso ayudas especiales que se estudian en cada caso”. Contactos: [email protected]/943112522
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