Una treintena de asociaciones solidarias por la mañana y otra treintena por la tarde participan hoy en Tabakalera en un taller sobre la nueva ley de protección de datos. «Es más que necesario porque esta nueva normativa les pilla de lleno», explicó al respecto Itziar Igartua, la responsable de Gipuzkoa Kutxa Solidarioa, promotora de esta iniciativa. «Por poner dos ejemplos las asociaciones sanitarias manejan datos que hoy son considerados de alto riesgo y los boletines informativos que antes se mandaban en masa ahora requieren un consentimiento expreso. Son cuestiones sencillas pero que hay que conocer bien o se corre el riesgo de ser multado».
Es una de las tareas de Gipuzkoa Kutxa Solidarioa: formar a las asociaciones del Territorio en cuestiones como ésta que, de primeras, pueden resultar farragosas para las entidades más pequeñas. Pero las tareas van más allá: Gipuzkoa Solidarioa está implementando medidas para la activación comunitaria gipuzkoana.
Basta con saber que son 186 las organizaciones que utilizan este servicio de Kutxa «y no están todas las que hay». 186 organizaciones sin ánimo de lucro, algunas conocidas, otras no tanto, que luchan desde sus posibilidades por causas muy variopintas y cuentan con el voluntariado y las ayudas institucionales como motor indispensable para llevar a cabo su labor.
El listado de todas figura junto a un pequeño perfil en la web (www.gipuzkoasolidarioa.info) que invita a bucear para hacerse una idea de la amplitud del universo altruista gipuzkoano. Sobre todo para quienes estén pensando en sumarse al mismo. Gipuzkoa Solidarioa también cuenta con un blog, las redes y un boletín que informa sobre las acciones solidarias previstas para los fines de semana. Y es que la divulgación es otra de las tareas esenciales de esta entidad. «Hay mucha gente trabajando que merece que su labor se conozca», expresó al respecto Igartua. «En este sentido, para quienes aún no tienen web, estamos trabajando para dar una apariencia de web a los perfiles de nuestra base de datos y que los puedan usar como tal».
Igartua observa dos grandes retos para las asociaciones solidarias en Gipuzkoa: lograr una mayor participación por parte de las bases y rejuvenecer el voluntariado. «No se puede dejar todo en manos de las juntas directivas que, por otro lado, resulta muy sano que vayan cambiando. Hay que abrir las asociaciones a todas las personas que participan en ellas. Y respecto a los y las jóvenes son muy partidarios de unirse ante problemas que surgen en un momento dado, pero les cuesta ser parte activa durante más tiempo. No es falta de solidaridad en absoluto porque cuando aparecen cuestiones puntuales se vuelcan».
Hasta ahora se celebraba en octubre un fórum anual de Gipuzkoa Solidarioa con una gran participación de las asociaciones. «Siempre hemos aprovechado este evento para darlas a conocer y para que se conozcan entre ellas porque quién sabe si pueden surgir líneas de trabajo conjunto». El fórum citado siempre incluía un capítulo de formación que es el que se está dando precisamente hoy en Tabakalera.»La ley de protección de datos cambió en mayo, así que había que organizarlo cuanto antes». En todo caso en octubre no habrá fórum tal y como se ha conocido hasta ahora. «A primeros de mes se celebrará un tipo de exposición diferente y muy interesante, pero por ahora no queremos adelantar nada».
Más allá de las convocatorias de ayudas sociales de Kutxa Fundazioa, que se celebran en noviembre y en las cuales tienen cabida los proyectos de las asociaciones citadas, Gipuzkoa Solidarioa participa económicamente en algunas actividades muy concretas. Por ejemplo (clave para muchos en estas fechas) los baños asistidos en playas gipuzkoanas. «Entendemos que bañarnos en el mar es un derecho que tenemos todas las personas», comentó al respecto Igartua.
Funciones que se van sumando unas a otras desde que Gipuzkoa Solidarioa nació hace casi diez años. «Las asociaciones van a más y nosotros las acompañamos. El tejido solidario crece porque lo hacen bien y eso anima a luchar por nuevas causas», expresó Igartua.
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