(EFE/Redacción). La Diputación de Gipuzkoa retiró el pasado año casi 55 toneladas de basura dispersa que estaba acumulada en 67 puntos de los cauces fluviales del Deba y Oria, la regata de Mijoa y en varios lugares del litoral o el espacio terrestre según ha dado a conocer el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio.
El diputado ha hecho un balance del Plan para la Prevención y Corrección de la Acumulación de Basura Dispersa de Gipuzkoa 2021-2024.
En un diagnóstico inicial la Diputación detectó 536 focos de residuos, 44 de ellos en zonas costeras, 359 en áreas terrestres y 133 en los ríos.
Tal y como se ha dicho ya se han eliminado 67 puntos de vertido de los que 34 afectaban a entornos fluviales, 27 a zonas costeras y 6 estaban ubicados en otros parajes.
De las 54,6 toneladas de basura recogida, 17,7 han sido retiradas con las mancomunidades de Debabarrena, Debagoiena, San Marcos y Tolosaldea, en los cauces del Deba y el Oria, así como en la regata de Mijoa, a lo largo de 37 kilómetros.
Los muebles, elementos de madera y cristal, los colchones o los restos textiles recogidos en esos cauces supusieron cerca del 25 % del total, mientras que casi el 12 % eran desechos de plástico, en torno a un 24 % metales y un 12 % neumáticos.
Los ayuntamientos por su parte, con las ayudas económicas forales, recolectaron 21,6 toneladas de desechos a lo largo de 29 kilómetros en cauces fluviales y limpiaron casi 10 toneladas de desperdicios en 8 hectáreas de terreno, al tiempo que colocaron más de 3.000 elementos de señalización o barreras a pie de puentes y viaductos para impedir vertidos.
El departamento foral de Medio Ambiente, que tiene consignados 600.000 euros para el plan de lucha contra las basuras dispersas, a razón de 150.000 euros anuales, apoyó además durante el ejercicio pasado, una batida en las marismas de Txingudi organizada por la ONG Surfrider y otra en el río Leitzaran con la fundación de la Real Sociedad.
En 2022, además de actuaciones similares, tiene previsto hacer un estudio sobre los potenciales generadores de algunos desechos que aparecen frecuentemente en los vertidos dispersos porque la competencia sancionadora es de los municipios pero suelen encontrar grandes dificultades a la hora de identificar la autoría.
«No nos podemos permitir este problema», ha asegurado Asensio, quien ha considerado «una irresponsabilidad total y absoluta» este tipo de prácticas «en una sociedad moderna, industrial y concienciada como la guipuzcoana».
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