(EFE). Un entrenador de un club de la comarca guipuzcoana del Bidasoa se enfrenta a una petición de penas que suma casi doce años de cárcel por presunto ciberacoso con «interés sexual» a cinco chicas menores, integrantes de la citada entidad deportiva, con dos de las cuales habría intentado mantener relaciones sexuales.
Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, el hombre, que será juzgado próximamente en San Sebastián, fue entrenador de la sección juvenil del citado club hasta octubre de 2018, ocupación que «le proporcionaba contacto constante con chicas menores de edad» que presuntamente «son su principal interés sexual».
El documento explica que el primero de los supuestos casos de ciberacoso se remonta a septiembre de 2014, cuando el hombre, que por entonces tenía 21 años, habría contactado a través de Instagram con una de las chicas, quien contaba 12 años.
Durante un mes, ambos habrían mantenido una serie de conversaciones inocuas en esta red social, en las que el inculpado hizo creer a la chica que él tenía 18 años y ella le dijo que tenía 16.
En un momento dado, el acusado presuntamente ofreció a la menor comprarle un teléfono móvil «a cambio de mantener sexo con ella», tras lo que la citó en un apartamento, «pidiéndole que acudiera con ropa sexy y tacones».
Una vez juntos, el hombre la habría «forzado a entrar en la parte trasera de su vehículo, bloqueando la apertura de puertas», y supuestamente «la condujo a un descampado» con la presunta finalidad de «obligarla a mantener relaciones sexuales», si bien la menor consiguió engañarle para que desbloqueara los accesos y huyó del lugar.
El texto del Ministerio Público aclara que, a pesar de lo sucedido, el inculpado siguió manteniendo «contacto telemático» con la damnificada hasta agosto de 2018.
La Fiscalía concreta que precisamente entre junio y agosto de aquel año el acusado contactó a través de Instagram con otras cuatro chicas del club, todas ellas menores de 16 años, ante las que, gracias a «la posibilidad de inventar una apariencia completamente distinta a la real que facilitan las comunicaciones telemáticas», se presentó «como un joven de 17 años cuando en realidad contaba con 25».
De esta manera, presuntamente llegó a ofrecer dinero a una de ellas «a cambio de mantener relaciones sexuales», a otra supuestamente la convenció para que «le enviara fotografías de carácter sexual» y a las otras dos les habría enviado imágenes de contenido sexual con la finalidad de «excitarlas sexualmente». Una de estas menores habría respondido a este presunto acoso enviándole fotos de ella «desnuda de cintura para arriba».
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de cinco delitos de ciberacoso a menores, uno de ellos en su modalidad de preparar un encuentro físico, agravado por el uso de engaño, y otros cuatro para la obtención de material gráfico de carácter sexual. Asimismo, señala al inculpado como posible autor de un delito de detención ilegal, agravado por la condición de menor de la víctima.
Por todos ellos, el Ministerio Público demanda una pena total de once años y nueve meses de cárcel para el procesado, y 25 años de inhabilitación para desempeñar tareas que impliquen cercanía con menores.
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