La plantación de seis manzanos esta mañana en el campus donostiarra de la UPV/EHU ha sido el pistoletazo de salida de FruitOndoan, nuevo proyecto de la Cristina Enea Fundazioa que contiene dos objetivos complementarios. Por un lado, «dar a conocer la biodiversidad de las variedades locales de frutales de Euskal Herria», así como «sensibilizar sobre el patrimonio genético y cultural que suponen», explica el coordinador de la iniciativa, Marc Badal. Pero, por otro, «sobre todo, generar dinámicas colectivas y comunitarias a través de los árboles».
Porque cada plantación que se realice tendrá un grupo de referencia, una entidad al tanto «de que los árboles estén bien». Y además, todos los trabajos necesarios (plantación, poda, cosecha cuando la haya…) se harán «a través de actividades abiertas a todo el mundo, aunque siempre estarán los grupos de referencia», y se acercarán expertos en cada tarea para asesorar. Estas dinámicas se podrían definir como mezcla «entre auzolan y cursillo».
Por tanto, «vamos a instalar distintas colecciones de árboles frutales locales de Euskal Herria». En la plantación inaugural de hoy en Ibaeta, donde han participado varios alumnos y profesores, el grupo de referencia lo forman los miembros del proyecto Campus Bizia Lab sobre sostenibilidad, impulsado sobre todo por varios docentes de Magisterio. Y, esta tarde, habrá una nueva plantación, en este caso en el propio parque de Cristina Enea. Ahí la asociación que formará el «paraguas» será Haziera, el archivo de semillas del Centro de Recursos Medio Ambientales de Cristina Enea, que también coordina el propio Badal.
En la siguiente cita se plantarán más manzanos en Ulia, junto al antiguo campo de tiro de pichón, y su control corresponderá a la Bihotz Inguru Baso Eskola ubicada allí. Y así sucesivamente; cuantos más se generen, mejor. De hecho, se incluirán en el proyecto otras tres plantaciones de manzanos ya cultivados que crecen en otros tantos puntos de la geografía donostiarra.
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