A Francisco Bouzas (Buenos Aires, 34 años) le espera un largo trayecto transoceánico plagado de escalas. Del aeropuerto de São Paulo viaja a Madrid, luego se sube a otro avión a Amsterdam y ya, como destino final, llega a Berlín. Su nueva película, ‘Ciudad Oculta’, gestada en el centro Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) de Donostia, se estrena este miércoles 21 de febrero en el marco de la décima edición de la Semana de la Crítica de Berlín. Durante la proyección también se podrá ver el cortometraje ‘Warnes’ (1991), de su compatriota Narcisa Hirsch. La doble ración de cine argentino se enmarca en una sesión denominada ‘Luces de la Ciudad’.
Bouzas está “entusiasmado” ante la idea de presentar por primera vez su largometraje en Europa y, más concretamente, dentro de un programa cinematográfico un tanto “atípico e interesante”, ya que en este certamen las películas seleccionadas no compiten entre sí. “Lo que más ilusión me hace es que es una sección en la que se le da bastante importancia al debate, la discusión y al intercambio de ideas con el público. Se valora más el aspecto reflexivo”, explica por teléfono. “Uno está más acostumbrado a pensar en secciones competitivas y premios, así que me tranquiliza mostrarla en otro contexto”, añade.
Los organizadores se formulan la siguiente cuestión: “¿Qué hace que una película sea argentina? Dos películas de épocas diferentes visualizan el pasado y el presente de la desigualdad social del país, al tiempo que ocultan la realidad mediante la estilización y la evocación del punk, los fantasmas y el carnaval”. En el caso de ‘Ciudad Oculta’, que hace referencia a un barrio marginal al sur de Buenos Aires, tiene acento donostiarra. Bouzas formó parte de la primera promoción de estudiantes de la EQZE, durante el curso 2018-19. Tenía una idea para una posible película y quería escribir el guion. En Donostia le asignaron un tutor, el prestigioso guionista Michel Gaztambide, con quien se puso manos a la obra en la escritura. Ese fue su proyecto durante los 15 meses que pasó en la escuela.
“Gaztambide me ayudó muchísimo a la hora de tener un ritmo de trabajo intenso. Fue una experiencia muy buena. Durante la estancia te van emparentando con personas que te pueden ir ayudando con el objetivo de que obtengas unos buenos resultados”, asegura. Por aquel entonces, la escuela de cine era un proyecto nuevo impulsado por la Diputación de Gipuzkoa con sede en Tabakalera. “Poco más que cuatro siglas”, apunta Bouzas. No había referentes, ni experiencias previas, no se sabía gran cosa; solo intuición y una propuesta innovadora que rompía con el esquema educativo de otros centros de estudios cinematográficos. El cineasta, docente y comisario Carlos Muguiro se puso al frente del proyecto. Se asignaron tres especialidades: archivo, comisariado y creación cinematográfica. Un total de 45 alumnos inauguraron la escuela, prácticamente a ciegas.
“Fue un doble experimento: de la escuela con nosotros y también en el sentido inverso. Nos recibieron con los brazos abiertos. Nos dieron todo y más”, describe el director argentino. ¿Cómo se enteró él de un proyecto así desde la otra punta del mundo? “Leí una nota en un medio”, responde. “No entendía muy bien de qué iba la escuela. Por un lado estaban los fundamentos, que parecían muy libres y flexibles, pero al mismo tiempo vi que estaba emparentada con otras instituciones como el Festival de Cine. Era un proyecto lleno de contradicciones que me atraía un montón, me parecía muy estimulante y arriesgado participar en algo así”.
Bouzas entraba por la puerta de Tabakalera a las “9 de la mañana” y normalmente se quedaba en el centro cultural de Egia “hasta las 8 de la tarde”. “Fue muy intenso y gratificante”, subraya. También se dedicó a editar una película dentro de las residencias artísticas que ofrece Tabakalera. Filmó su largometraje de vuelta a Argentina entre 2020 y 2022, tras el parón del Covid.
Carlos Mugiro, una figura «pedagógica»
En la conversación se menciona a Carlos Muguiro. El director de Elías Querejeta Zine Eskola desde 2017 es una persona admirada y querida por el alumnado que va pasando por la escuela. Bouzas no es una excepción. “Me genera mucho respeto y, hoy en día, el vínculo que tengo con él es muy grande», afirma. «Es una figura pedagógica muy potente, un maestro en el sentido más tradicional de la palabra. Trasmite una idea del cine bastante única y no necesariamente tienes que estar de acuerdo con él. Creo que es de los que piensa que en la contradicción o en la discusión hay mucho que ganar, es una persona muy sincera en eso”.
Al parecer, Muguiro solía decir de él que tenía una energía “dionisiaca”. Bouzas ríe al rememorar la referencia a la Antigua Grecia. ¿Hay algo de esto en su película? “Sucede durante el carnaval y está cruzada por un montón de fiestas populares, quizás eso tiene algo de dionisiaco”, cuenta. ‘Ciudad Oculta’ es una obra con rasgos de documental, pero los hechos corresponden al mundo de la ficción: hay fantasmas, un cuento inventado, una ciudad oculta debajo del barrio del mismo nombre, etc.
Junto con este trabajo, hay una feliz coincidencia estos días en Berlín. ‘Tú me abrasas’, la última película de Matías Piñeiro, coordinador del postgrado de Creación de la EZQE, se estrenará en la sección Encounters de la Berlinale, que discurre en paralelo a la Semana de la Crítica.
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