No llegó la sangre al río y la presencia de los aficionados del Inter de Milán en Donostia, escoltadísimos por la Ertzaintza hasta el Reale Arena, se ha saldado con algún que otro forcejeo e intercambio de palabras. Pero no hay ido a más. La tensión, eso sí, se palpaba en el ambiente.
La ‘Champions’ ha vuelto a Donostia diez años después con el Reale Arena lleno y loco por animar al conjunto de Imanol Alguacil
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