(EFE). ‘Aquiles’, ‘Pirata’ y ‘Portu’ son tres tortugas bobas (Caretta Caretta) que han sido liberadas este martes en el mar, frente a la costa de Donostia, tras recuperarse durante cuatro meses en el Aquarium.
El Aquarium ha rescatado este año cinco tortugas llegadas a las costas vascas, pero dos no han sobrevivido. Las condiciones en las que el centro las acoge son «críticas». Sufren desnutrición, infecciones y neumonías que requieren de cuidados «intensivos» antes de su devolución al mar, ha mencionado la directora del Área de Biología, Arantxa Garmendia.
Son los casos de ‘Aquiles‘, que apareció el pasado 13 de abril en la bahía de La Concha con «apenas» 1.690 gramos de peso y 22 centímetros de longitud, de ‘Pirata‘, que fue encontrado el 22 de abril en la costa de Mutriku en condiciones similares, y de ‘Portu‘, la última de las tres en ser rescatada, el pasado mes de junio, al ser avistada en el puerto donostiarra.
Liberación «festiva»
La liberación ha discurrido en un ambiente «festivo», según sus protagonistas, debido al «gran esfuerzo» que ha supuesto el proceso de recuperación de los tres ejemplares, y por ello los hijos e hijas de los miembros del equipo del centro han sido los encargados de transportar a ‘Aquiles’, ‘Pirata’ y ‘Portu’ desde el Aquarium hasta la embarcación ‘Aitona Julian Txalupa’.
Durante la reintroducción de las tres tortugas, la directora del Aquarium, Esther Irigaray, acompañada de la directora del Área de Biología, Arantxa Garmendia, del miembro de la red de varamiento Manuel Soto y del responsable del marcaje y seguimiento de las tortugas, Guillermo López, ha mencionado que se ha constatado un cambio en la conducta migratoria de esta especie que desde el año pasado ha empezado a circular mas por la costa cantábrica.
Este cambio lleva siendo investigado por el equipo de Garmendia desde que el año pasado el centro liberó a ‘Bermiu’, un ejemplar de la misma especie que por primera fue equipado por el Aquarium con un transmisor de seguimiento que ha aportado datos de su recorrido migratorio desde entonces.
De la misma manera, las tortugas liberadas hoy portan un transmisor satelital colocado por la empresa Tragsatec, con base en Cantabria.
Las tortugas son originarias del Caribe y hasta ahora «solían volver a su lugar de nacimiento» al llegar a la edad adulta, ha explicado López. Sin embargo, este último año se ha podido apreciar una alteración en esa conducta de la especie, la cual cada vez migra más hacia otros países como Francia y Reino Unido.
Los ejemplares que arriban a estas costas llegan en condiciones precarias que requieren un proceso de recuperación «completo» para garantizar la supervivencia y seguridad del animal, siempre con el objetivo de que sea devuelto a su hábitat natural.
Examen médico
La primera fase de este proceso consiste en un examen médico mediante radiografías y análisis de sangre para determinar el estado de salud del ejemplar, tras el cual es alojado en un acuario de la zona de cuarentena del centro que se mantiene a una temperatura constante de 25 grados para que recupere paulatinamente su fuerza.
Todo ello se complementa con una dieta variada y completa enriquecida con vitaminas y un tratamiento especializado según el estado del animal en el que se incluyen antibióticos y colirios.
Los cuidados intensivos del centro han permitido que ‘Aquiles’, ‘Pirata’ y ‘Portu’ «sobrevivan» y puedan seguir aportando datos como ‘Bermiu’ que «aclaren el alcance de estos cambios en su conducta» y se determine si son debidos a las corrientes, a las temperaturas o a la contaminación del agua, ha destacado Irigaray.
Soto ha aprovechado para recordar la importancia de «no tocar» a ningún animal que se encuentre varado por el peligro de transmisión de enfermedades y que la «forma correcta» de actuar es llamar al servicio de emergencias e intentar aportarles información lo más detallada posible sobre su paradero y condición.
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