Hace ocho años el zumaiarra Xabier Álvarez Yeregui tuvo la oportunidad de ver de cerca el reloj que había colocado en la catedral del Buen Pastor su bisabuelo, Benito Yeregui. El citado reloj había sido fabricado en Morez (Valle del Jura, Francia) y cuenta con el siguiente sello: PAUL ODOBEY À MOREZ (JURA), 1897. Por cierto que en su día Benito Yeregui colocó el reloj en un habitáculo a media altura porque la torre no estaba aún terminada para la inauguración.
Xabier Álvarez habló en 2019 con el deán de la catedral, Koldo Apestegui, que «tuvo fe» y pudo iniciar «el asalto» que ha terminado hoy con la presentación en sociedad de un reloj que vuelve a funcionar tras haber estado 40 años parado.
«Aprovechamos que estaban haciendo la fachada Este para bajar el reloj de la torre y durante dos años lo hemos restaurado», ha explicado Xabier, que ya había trabajado en la restauración de otros relojes de la Diócesis gipuzkoana, labor que como es evidente le viene de familia.
«Este reloj tenía desincronizado el toque de horas, por ejemplo. A las 11.30 igual tocaba las 10. Y la parte del movimiento también. Y algunos cojinetes estaban mal posicionados», ha explicado a los presentes, sorprendido, un tanto, de que la restauración haya despertado tanta curiosidad.
En este trabajo Xabier no ha estado solo: le han acompañado su mujer, Begoña, presente en la inauguración, y otros familiares y amigos a los que también ha querido nombrar muy agradecido.
Junto a él Unai Manterola, uno de los curas de la catedral del Buen Pastor, zumaiarra como Álvarez Yeregui, se ha mostrado feliz de que surjan ocasiones como ésta («habrá otras que anunciaremos») en que la iglesia se convierte también en centro cultural abierto a todo el público.
Respecto al futuro del reloj, el sacerdote ha recordado que ya se han hecho dos obras en la catedral, las de la torre y las de la fachada Este. Para la fachada Oeste están a la espera de subvenciones. Cuando esté realizada volverá a subirse el reloj con una grúa. Mientras, permanecerá en una capilla.
Manterola también ha explicado que este reloj es propiedad de la parroquia del Buen Pastor frente a otros, en Gipuzkoa, que son de propiedad municipal.
Se trata de un reloj de ‘Péndulo Compensado’ y, según han contado, entre los años 70 y 80 decidieron pararlo debido a que el sistema de remontaje de pesas, a pesar de tener motor, era engorroso y el mantenimiento requería atención.
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