Esta semana han finalizado los trabajos que se estaban acometiendo en la cubierta del Velódromo Antonio Elorza, “un proyecto ambicioso de reforma integral que va a eliminar las filtraciones de agua, mejorando la eficiencia energética de la instalación”, ha señalado el concejal de Deportes y Vida Saludable, Iñaki Gabarain.
Las obras, que han tenido una duración de 4 meses y medio, han consistido en la retirada de las dos capas de láminas de PVC existentes en la antigua cubierta y la colocación de una capa impermeable denominada TPO con una garantía de 20 años. Bajo esta capa se ha instalado un aislante térmico de 6 cm.
La obra ha supuesto una inversión de 1.188.000€ y ha contado con una aportación de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Fuentes del Ayuntamiento han señalado que «a pesar de la complejidad técnica de la obra, con 14.000 m2 de superficie, la actividad deportiva habitual de la instalación no se ha visto interrumpida, con algunas excepciones puntuales debido a las inclemencias meteorológicas y las fases más complicadas de la obra».
En este sentido se acordó con las federaciones de atletismo y ciclismo un protocolo de actuación para poder compatibilizar estas obras con los entrenamientos y competiciones habituales, si bien la actividad de ciclismo resultó algo más afectada durante los primeros meses de la obra.
Esta ha sido una de las principales actuaciones de mejora en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Anoeta, objetivo estratégico de Donostia Kirola, que tendrá su continuidad en pocos meses con el inicio de la reforma del miniestadio.
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