Trabajadoras de las residencias gipuzkoanas y familiares de mayores residentes se han manifestado esta mañana en Altza para ir caminando hasta el centro Berra y, además de expresar sus reivindicaciones, celebrar un homenaje a los fallecidos durante la pandemia.
Los presentes han vuelto a mostrar su apoyo a las reivindicaciones de las trabajadoras y a considerar que sin las mejoras que exigen no habrá tampoco cuidados «más apropiados».
La marcha a Berra se ha celebrado después de que la situación de las residencias gipuzkoanas haya estado en primera línea más que nunca a raíz de un informe sobre Txara I muy negativo que fue posteriormente respondido por la diputada Maite Peña. Desde el sindicato ELA se consideró entonces que las críticas vertidas en el informe hacia Txara I son extensibles al común de las residencias. Denuncia que también respondió Maite Peña asegurando que hay un «acoso» contra el sistema. El conflicto, en fin, no tiene visos de que se resuelva próximamente.
Xabier Pierruges, de Gipuzkoako Senideak, expresó recientemente que la asociación ha intentado aportar y colaborar en la mejora de la situación a «pesar de los vetos y negación de subvenciones». «A día de hoy esta asociación continúa a la espera de una reunión con el Departamento de Políticas Sociales prometida el 23 de julio y sin contestación por tercera vez consecutiva».
Pierruges, en referencia a los últimos cruces de acusaciones, manifestó que «el mejor modelo de residencias del estado mantiene a las personas encamadas y en ayuno durante 12, 13 y hasta 15 horas continuas, sin fisioterapia y sin cubrir las bajas de diferentes profesionales. En vez de ampliar plantillas se amplían las horas de cama y que continúe el negocio».
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