El director de cine, montador y fotógrafo irunés Fernando Larruquert falleció ayer y con él pierde el cine vasco a uno de sus grandes pioneros, «miembro de una generación que supo abrir las vías para conectar la cultura vasca con la modernidad y con todo aquello que acontecía a lo largo y ancho del mundo», según expresó el Gobierno vasco, cuya voz se unió a las condolencias de buena parte de la sociedad vasca.
Su pasión por el cine, compartida por su círculo de amigos entre los que se encontraban artistas como Jorge Oteiza o Néstor Basterretxea, le impulsó a realizar en 1963 junto a Néstor Basterretxea su primera película, el cortometraje Operación H. Tras este primer trabajo Larruquert y Basterretxea fundaron la productora Frontera Films Irún, SA, y rodaron dos cortometrajes: Pelotari (1964) y Alquezar, Retablo de pasión (1966).
En 1968 ambos estrenaron Ama Lur, película clave en la historia del cine vasco. Una década después, en 1978, Larruquert dirigió un largometraje documental sobre la música popular vasca titulado Euskal Herri Musika. En 1981, el cineasta irunés estrenó Agur Everest (Namasté, Chamo Longmu), largometraje en el que se narran las peripecias de la expedición que coronó el Everest en 1980. Paralelamente Larruquert ejerció como montador y director de fotografía en numerosas producciones.
En la actualidad la Filmoteca Vasca prepara un libro sobre Fernando Larruquert, escrito por Carlos Roldán y Juanmi Gutiérrez, a partir de numerosas entrevistas realizadas al cineasta irunés, que lamentablemente verá la luz tras el fallecimiento del propio protagonista.
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