La Policía Nacional ha detenido en San Sebastián a dos empresarios dedicados a la reforma de baños por presuntos delitos de explotación laboral, delitos contra los derechos de los trabajadores y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
La investigación se inició cuando, a mediados del mes pasado, un ciudadano extranjero acudió a la comisaría de Donostia para solicitar asilo. Durante la declaración para este trámite, relató un traumático episodio laboral sufrido en Euskadi, lo que llevó a los agentes a trasladar inmediatamente lo averiguado a los investigadores del Grupo Operativo de Extranjería II (GOE) de San Sebastián.
De esta forma los agentes especializados confirmaron el testimonio inicial, al averiguar que dos empresarios afincados en Gipuzkoa, socios y administradores de varias empresas, entre la que cabe destacar una dedicada a la reforma de baños, estaban contactando con ciudadanos extranjeros asentados en su mayoría en sus países de origen en Hispanoamérica para realizarles ofertas de empleo engañosas.
Además también descubrieron que al menos seis de estos trabajadores se habían mudado a diferentes puntos del territorio nacional, lo que impulsó su búsqueda.
Gracias a la coordinación y colaboración con las Brigadas de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional se les pudo localizar rápidamente en Toledo, Madrid y Tortosa, en Tarragona, y activar el Protocolo Marco de Protección de Víctimas de este tipo de delitos, dispensándoles la protección necesaria e informándoles de los derechos que les asisten, entre los que se encuentra la posibilidad de ser derivados a recursos asistenciales y de alojamiento dependientes de las Comunidades Autónomas.
Falsas condiciones laborales
Los agentes concluyeron que los dos empresarios les ofrecían un sueldo que oscilaba entre los 1.200 y 1.400 euros por trabajar en Gipuzkoa reformando baños. Además les garantizaban un contrato de empleo y alojamiento con gastos de manutención incluidos.
Ante estas condiciones laborales, los trabajadores decidían endeudarse para poder comprar un billete de avión dejando a sus familias atrás. Era cuando empezaban a trabajar cuando se percataban de que, al carecer de permiso para residir en España y para realizar cualquier tipo de actividad laboral, no les harían contrato de trabajo.
En este sentido también descubrían que el resto de condiciones pactadas eran incumplidas, obligándoles a trabajar 16 horas al día. Y les retiraban la asignación para manutención si se quejaban o reclamaban el cobro del sueldo pactado.
Recientemente se detuvo a los empresarios que pasaron a disposición judicial a la espera de juicio.
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