Dicen los responsables de Eta Orain Zer de Kutxa Fundazioa que les hubiera gustado un cierre de la iniciativa más acorde con la cantidad de personas que ha tomado parte en este proyecto nacido en el desconcierto de la Covid-19. Sin embargo no cesan los embates de la pandemia y ayer fueron presentadas las conclusiones en petit comité, en Kutxa Kultur, aunque con un nutrido grupo de seguidores vía streaming. Esto último es muy remarcable. «Cuando nació Eta Orain Zer, en abril, acostumbrados a los eventos presenciales, hacerlo online nos parecía un problema hasta que vimos que había gente que nos daba las gracias porque habitualmente casi todo se organiza en Donostia y esto les facilitaba participar», explicó para DonostiTik María Rubio, responsable de proyectos de innovación social en Kutxa Fundazioa.
Eta Orain Zer, en fin, ha echado el cierre con muchas horas de trabajo de cerca de 40 expertos y cientos de ciudadanos participantes.
Tras haber puesto la semilla Kutxa Fundazioa no descarta su continuidad de la mano de quien quiera liderar el proyecto. Por ejemplo Etorkizuna Eraikiz, de la Diputación gipuzkoana, que ya ha mostrado su interés por los entresijos de la organización y por las conclusiones de los grupos que han debatido sobre cómo afrontar desde este Territorio los retos que ha dejado en el aire la pandemia. «Retos que ya existían antes como el ambiental, por ejemplo», apuntó Rubio, «aunque la sociedad se enfrenta también a fenómenos nuevos como el de la crisis cultura, que está padeciendo especialmente la pandemia».
La iniciativa de Kutxa Fundazioa como revulsivo durante el confinamiento nació a rebufo de ‘El día después será’ de la Universidad Politécnica de Madrid y salió adelante de la mano de Globernance. «Llamamos a Daniel Innerarity y a Juanjo Álvarez que enseguida encontraron interés en el proyecto, que nosotros queríamos enfocar sin perder nunca de vista lo local. Ellos nos ayudaron a concretar los temas que se podían discutir (de primeras partíamos de un listado inmenso y muy general) y a elegir a los expertos», explicó Rubio.
La buena respuesta de la ‘sociedad civil’ en unos primeros encuentros con una media de 300 personas (400 tuvo el primero) dieron el empujón final que necesitaba Eta Orain Zer. «Ha sido todo un aprendizaje. De hecho era curioso porque durante esas primeras ‘conversaciones’ no sabíamos quién estaba al otro lado del ordenador. Por un tema de confidencialidad sabíamos el número de personas pero poco más», comentó Rubio.
Después, a partir de septiembre, llegaron los encuentros de las comunidades con los cuatro asuntos ya centrados (Ciencia para todos, Jóvenes y sostenibilidad, Big data para el bien común y Cultura sostenible han sido los temas abordados por 40 expertos).
De todo este trabajo quedan «reflexiones compartidas para la post pandemia», reiteró Rubio, que es lo que se buscaba. Rubio también tiene claro que Eta Orain Zer, además de dejar un amplio bagaje de reflexión sobre el futuro de Gipuzkoa, puede tener continuidad. «Nosotros hemos creado el entorno. Es cuestión de que alguien, ahora, quiera seguir adelante. Eta Orain Zer no tiene por qué enmarcarse como un producto del confinamiento aunque naciera ahí».
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