El Museo San Telmo, Euskaltzaindia y el proyecto Idoubeda oros han presentado hoy en el Museo San Telmo la muestra ‘Nombres personales de origen vascónico en la epigrafía romana. Estelas de Tierras Altas de Soria’. Podrá verse en el claustro del museo hasta el 16 de enero. Las estelas, escritas en su gran mayoría en latín, incluyen los nombres indígenas de los habitantes de la zona en aquitano o vascónico, consideradas fases anteriores del euskara. Y arrojan mucha luz sobre la historia de la lengua vasca.
El arqueólogo e investigador Eduardo Alfaro, que trabaja en el proyecto Idoubeda oros, ya preparó una exposición en Soria hace dos años y antes de venir a San Sebastián la presentó en el Museo Laboratorium de Bergara, si bien la pandemia influyó notablemente en aquel proyecto. Ahora el Museo San Telmo ofrece una nueva oportunidad de ver la curiosa muestra.
Las estelas están instaladas en el claustro de San Telmo. Junto a las piezas arqueológicas están los análisis y comentarios lingüísticos realizados por el profesor y académico Joakin Gorrotxategi.
De las cuarenta estelas encontradas hasta el momento en Tierras Altas, seis han sido recogidas para la exposición como muestra representativa. La séptima que se puede ver en San Telmo es la estela de Andrearriaga, procedente del área de la ciudad de Oiasso, en el norte de los vascones, que forma parte de la colección del Museo San Telmo y habitualmente se puede ver en su exposición permanente.
Los epígrafes romanos hallados en Tierras Altas de Soria proporcionan información sobre los ritos y las creencias funerarias de sus gentes en los primeros siglos de la era. Fueron escritos en latín, pero al mismo tiempo transmiten los nombres indígenas de sus habitantes. Según las últimas investigaciones, algunos de ellos pueden explicarse a partir de la antroponimia vasco-aquitana, localizando así en las tierras vasconas de allende el Ebro testimonios de gran importancia para la historia de la lengua vasca.
El origen de la población que habitaba esa región se refleja, por tanto, en sus nombres indígenas. Antes de los descubrimientos de los últimos decenios, los escasos nombres conocidos se ponían en relación con las supuestas lenguas habladas en Soria y en el valle del Ebro, es decir, con el celtibérico y el ibérico. Pero resulta evidente la casi inexistencia de nombres celtibéricos en la región a pesar de su cercanía a Numancia. Por el contrario, muchos tienen características propias del aquitano o del vascónico, considerados fases anteriores del euskara.
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