Queda más de un año de obras pero el cambio en el estadio de Anoeta es radical y tanto Real Sociedad como instituciones caminan en la misma dirección. Es el mensaje que ayer quiso lanzar una visita oficial a una remodelación que por su magnitud y significado resulta importante para la ciudadanía.
Junto al alcalde Eneko Goia estuvieron ayer en Anoeta el diputado de Cultura y Deportes de Gipuzkoa Denis Itxaso, el director de Deportes del Gobierno Vasco Jon Redondo y el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay.
Los plazos se cumplen y el 15 de septiembre el campo, todavía a medias, albergará el partido entre la Real Sociedad y el Fútbol Club Barcelona. Habrá 28.000 plazas de las 42.000 que tendrá finalmente el estadio cuando culmine la remodelacion.
Ahora se está rematando el fondo sur, se han colocado las cerchas que servirán para soportar la nueva cubierta y se ha rebajado en un metro y medio la cota del campo, en el que aún no se ha colocado el césped. Al nuevo campo le queda aún derribo y construcción del fondo norte así como toda la remodelación interior de sus instalaciones.
Goia valoró como «excelente» el trabajo que se está haciendo y la importancia que tiene para la ciudad; el diputado de Cultura y Deportes Denis Itxaso recalcó la asunción por parte de la Real Sociedad del mayor gasto económico que suponen las obras (la inversión supera los 60 millones de euros si se suma el campo y la ejecución de nuevas infraestructuras en Zubieta). De esta cifra el Gobierno Vasco aportará 10 millones y la Diputación de Gipuzkoa 4.
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