(EFE). El bar Gran Sol de Hondarribia ha sumado a su larga lista de galardones el primer premio del XX Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, una distinción que corona un largo recorrido de éxito para el que su chef, Iñigo Tizón, aplica una única receta: esfuerzo, trabajo e implicación del equipo.
Este pequeño bar situado en la Marina de la localidad costera guipuzcoana había logrado un segundo puesto en el prestigioso concurso de Valladolid y cuatro accésit, pero el primero se le había resistido hasta ahora, según ha explicado a EFE, Iñigo Tizón.
‘Los lunes al sol’, una costilla-barbacoa de hueso comestible y toques variopintos, con alguna reminiscencia oriental fruto de la estrecha relación de El Gran Sol con un restaurante situado en Siboya (Japón) y al que asesoran los profesionales guipuzcoanos, es el título del pintxo ganador.
«La idea vino del nombre del grupo de whatsap del equipo del bar, que libra los lunes y es el día que quedamos para las barbacoas», ha explicado.
Y es precisamente la barbacoa uno de los matices del pintxo que reúne toques variopintos, desde el ácido y el picante hasta las reminiscencias de carbón del hueso comestible.
Tizón reconoce que las colas son una constante en Gran Sol, incluso en los días laborales fuera de temporada, y prevé que podrían alargarse con este nuevo premio.
Sin embargo, rechaza la posibilidad de trasladarse a otro local más amplio ya que Gran Sol es un negocio familiar y el local ha pasado ya por tres generaciones desde su fundación por lo que existe un apego emocional a las paredes en las que se ha desarrollado el negocio durante años.