«Es importante mantener viva la memoria y reconocer a las personas que sufrieron la violencia. Es de justicia. Y lo hacemos de forma unánime», ha expresado el alcalde Eneko Goia. Junto a Goia y otros dirigentes ha participado el Lehendakari Iñigo Urkullu este mediodía en el acto central del Día de la Memoria del Gobierno Vasco celebrado en el Palacio Miramar.
En el acto se han podido escuchar los testimonios de hijas de víctimas del terrorismo y la violencia que cuentan con reconocimiento legal: Naiara Zamarreño, Ainara Olaciregui, Sandra Carrasco, Maider García y Jaione San Sebastián.
Tras estos testimonios el Lehendakari ha realizado un análisis crítico del papel jugado por la sociedad vasca en los últimos 60 años con sus “luces y sombras”. Como conclusión Urkullu ha afirmado que “todas las víctimas merecen un reconocimiento y una reparación” y ha añadido tres criterios éticos “que pueden unirnos”: no diluir, no legitimar y no excluir.
El Lehendakari Urkullu ha estado acompañado por alrededor de 40 víctimas del terrorismo y la violencia, las consejeras y consejeros del Gobierno Vasco, el Secretario General de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández; la Directora del Instituto Gogora Aintzane Ezenarro, la Directora de Víctimas y Derechos Humanos , Monika Hernando, y representantes de las instituciones vascas.
El acto ha dado comienzo a las 13 horas con una actuación musical a cargo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y en el mismo han participado cinco hijas de víctimas del terrorismo y la violencia: Naiara Zamarreño, Ainara Olaciregui, Sandra Carrasco, Maider García Martín y Jaione San Sebastián. Son personas a las que se les arrebató la infancia y la adolescencia con el asesinato de su padre. Las cinco han mantenido un diálogo sobre las luces y sombras del papel jugado por la sociedad vasca en la Memoria Reciente y sobre cómo abordar la transmisión de la memoria crítica a las próximas generaciones.
Para cerrar el acto el Lehendakari ha realizado una declaración institucional dirigida a la sociedad vasca. En su discurso el Lehendakari ha seguido con el análisis crítico del papel jugado por la sociedad vasca y para ello ha destacado algunos extractos del documento elaborado por el Instituto Gogora: “Memoriaren pedagogia kritikoa. La sociedad vasca: luces y sombras”.
En referencia a los años 70 y 80, el Lehendakari ha destacado “las sombras, esto es, el abandono sufrido por las víctimas. Sólo hasta 1987 había 586 víctimas mortales. La respuesta de la sociedad vasca y de sus entidades e instituciones no estuvo a la altura de lo que aquella violencia supuso y de lo que las víctimas merecieron.”. Recordó también que en los años 80 el GAL provocó 29 asesinatos y que “las víctimas sufrieron discriminación y negación oficial de su existencia y realidad.
“Hacemos autocrítica” ha declarado el Lehendakari, quien ha añadió que “debimos reaccionar antes, mejor y de manera conjunta”.
En lo que a las “luces” se refiere, el Lehendakari ha destacado que a finales de los años 80 y ya en los 90 la respuesta social fue en aumento. “A partir de 1990 tuvimos una sociedad progresivamente implicada y organizada en contra del terrorismo y la violencia, a favor de las víctimas, en defensa de los derechos humanos, del diálogo y la convivencia”, ha explicado.
A modo de conclusión, el Lehendakari ha subrayado tres criterios éticos que “pueden unirnos a todos” y pueden “reconocimiento a las víctimas”: no diluir, no legitimar, no excluir.
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