(EFE/Redacción). La empresa Heidelberg Materials va a poner en marcha un ERE en su planta de fabricación de cemento del barrio donostiarra de Añorga que afectará a parte de la plantilla por la paralización de la producción de clínker.
La producción de este componente del cemento se concentrará en la fábrica vizcaína de Arrigorriaga, ya que dispone de una «línea más eficiente y con menores emisiones de dióxido de carbono (CO2)» que la planta de San Sebastián, conocida como Rezola.
Esta medida conllevará el inicio el próximo 18 de junio de un expediente de regulación de empleo en Añorga, en el que la empresa ofrecerá «un amplio plan de recolocación interna y otras medidas complementarias para minimizar en todo lo posible el impacto social de la transformación industrial de esta fábrica hacia un modelo sostenible a largo plazo», según afirma en una nota.
La empresa, que ha comunicado este lunes su decisión al comité de empresa, «intentará alcanzar un acuerdo con la parte de la plantilla afectada por la necesaria parada del horno».
Producción de clínker
La compañía puntualiza que la producción de clínker es la fase en la que se genera el 100 % de las emisiones de CO2 de una fábrica de cemento y asegura que el cierre del horno en Añorga se encuentra entre las medidas «de racionalización medioambiental e industrial» que ha tomado dentro de su «apuesta» por «la descarbonización de su actividad industrial en Euskadi».
«La fabricación y venta de cemento continuará en ambas fábricas, pero en base a una fuente única de producción de clínker. Con ello, se conseguirá una reducción inmediata de las emisiones de CO2 del 50 % sobre el nivel del año 2023 y se asegurará la sostenibilidad climática e industrial de las dos fábricas a largo plazo», afirma.
En Añorga, además de producir su gama habitual, «se potenciará la producción e innovación en cementos bajos en carbono a través de nuevas capacidades de Investigación y Desarrollo en nuevos productos y en soluciones constructivas sostenibles», precisa.
«La iniciativa de racionalización medioambiental e industrial demuestra el firme compromiso de Heidelberg Materials con sus dos fábricas en Euskadi, en las que prevé una inversión de 32 millones de euros para la descarbonización en el periodo 2024-2026», añade.
Cementos sostenibles
La mitad de estas inversiones se destinará a la planta de Añorga para transformarla «en una fábrica especializada en cementos sostenibles y en un centro de excelencia e innovación en soluciones constructivas con baja huella carbono».
La compañía argumenta asimismo que esta medida le permitirá «seguir trabajando en un importante proyecto de captura de CO2, el cual requerirá cuantiosas inversiones financieras que solo se pueden considerar desde la unificación de la fase de producción de clínker en una única línea».
Con la medida anunciada, Heidelberg Materials asegurá que podrá «cumplir el objetivo asignado por la Unión Europea de reducción de las emisiones de CO2 en un 62 % en 2030 respecto a las emisiones del 2005» y que esta es «la única manera de conseguirlo».
Destaca que la decisión le permitirá, además, «cumplir con las obligaciones que se desprenden de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi», así como intentar conseguir «el mejor resultado posible en el balance entre asignación de derechos de CO2 por parte de la Unión Europea y las necesidades de producción estrictamente necesarias» para atender a sus mercados «clave».
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