(EFE). Una escultura del artista Néstor Basterretxea que se colocó en la cima del monte Aratz y que llevaba desaparecida más de veinte años ha sido encontrada cerca de ese lugar por un vecino de la localidad alavesa de Araia. La obra es una réplica en bronce única y firmada por el artista vizcaíno de la pieza «Araba», que fue creada en madera en 1962 y que pertenecía a una trilogía con otras dos obras: Bizkaia y Gipuzkoa.
Fue instalada hace 25 años en la cumbre del monte Aratz, donde confluyen los territorios de Álava, Gipuzkoa y Navarra pero a los pocos años desapareció sin que nadie supiera qué había pasado con ella.
El pasado fin de semana un vecino de la localidad de Araia la encontró a unos 500 metros de la cumbre y la fotografió. Las imágenes fueron reconocidas por su mujer.
El pasado lunes el vecino que encontró la escultura y otras tres personas subieron a recogerla y la bajaron con unas varas, ya que pesa más de cuarenta kilos, y envuelta en un saco de patatas hasta el Ayuntamiento de Asparrena, donde se encuentra actualmente.
Gorka Basterretxea, hijo del autor de la pieza que además abonó personalmente, ha mostrado a Efe su alegría por este hallazgo y por el «cariño» mostrado por el Ayuntamiento del pueblo alavés a la hora de recogerla.
La pieza, pese a los años transcurridos desde su creación y colocación, no sufre grandes desperfectos y Basterretxea espera que pueda ser colocada en algún espacio abierto, como en un parque, porque para eso la reprodujo su padre.
No se sabe si la pieza ha estado en ese lugar desde su desaparición o si alguien se la llevó y por alguna razón la ha devuelto a las inmediaciones de su ubicación original.
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