«No somos un dispensador de ambulancias, hacemos más que eso». Quien habla es José Conejo, miembro de la plataforma Emergentziak Bizirik, que se opone a la centralización del servicio de Emergencias de los tres territorios en Txurdinaga (Bizkaia). Algo que ya se ha hecho con el Servicio de Apoyo a la Dirección de Atención de Emergencias (Sadae), encargado de la seguridad, y con el que generalmente van de la mano.
En este momento el traslado del servicio de Emergencias está paralizado. ¿Cómo viven los operarios que trabajan en Gipuzkoa esa posibilidad?
El Parlamento pidió al Gobierno vasco y Osakidetza que hicieran un estudio sobre las consecuencias de la unificación de los centros coordinadores y estos contrataron a una consultora privada. Ese estudio está hecho pero aún no ha sido presentado. En septiembre lo conoceremos. Es verdad que para hacerlo se contó con nosotros y con los sindicatos, pero también es verdad que ya están haciendo obras en Txurdinaga.
¿Cuáles serían las consecuencias directas sobre el servicio?
Son varias e importantes. Perderíamos el conocimiento de la zona porque nosotros interactuamos con la ambulancia. Hace no mucho tuvo lugar el accidente de la avioneta en el Ernio. Llamó un baseritarra a la central y no le entendían la ubicación del accidente hasta que habló con él un compañero de la zona.
Aún peor va a ser el tema médico. Nosotros estamos en contacto con los hospitales de Gipuzkoa y los programas y procedimientos que se siguen en los centros hospitalarios de cada territorio son diferentes.
¿Otras consecuencias?, que Txurdinaga ya está masificado y aún quieren meter a más personas ahí. Y que por el camino se van a perder puestos de trabajo. De hecho del Servicio de Apoyo a la Dirección de Atención de Emergencias (Sadae) varios compañeros se han quedado fuera.
Desde nuestro punto de vista con el tiempo se corre el riesgo de que el servicio se privatice como pasó con el 112.
Por otro lado tenemos dudas. ¿Qué pasa si se cae el sistema informático de ese centro único? Porque cuando ahora se cae el sistema de un territorio, asumimos las llamadas los otros dos.
Ustedes se declaran especialmente molestos por la falta de información al respecto.
Es que creemos que sin habernos dado ninguna explicación a favor del cambio, la decisión ya está tomada. Ni siquiera nos han cuantificado el supuesto ahorro que se daría con la unificación de los tres servicios. Siempre hemos sido anexos al departamento de seguridad y como ellos se han trasladado nos trasladan también a nosotros.
En el mundo de la política se toman decisiones con mucha facilidad.
Imagino que la dimisión del anterior gerente, Chema Unanue, ha sido clave en que ustedes piensen que el traslado es inminente…
Además de que ya se están haciendo obras en Txurdinaga y de que nadie ha dicho que el informe que pidió el Parlamento vasco sea vinculante. Lo cierto es que a finales de octubre salió la noticia de la unificación, cuando meses antes nos habían dicho que eso no iba con nosotros. Cuando saltó la noticia y se dijo que afectaba tanto a los operadores de seguridad como a los sanitarios, nos reunimos con el gerente Chema Unanue, y él presentó la dimisión. El 28 de diciembre pusieron al frente a otro gerente que viene del ámbito político y sin experiencia en el mundo sanitario.
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