El gobierno municipal anunció ayer que solicitará al Gobierno Vasco que declare a Donostia como zona tensionada, una medida destinada a controlar los precios y hacer que la oferta de alquiler en el municipio sea asequible. Al respecto, el portavoz de Elkarrekin Donostia Víctir Lasa ha comentado que «esto es, sin duda, una buena noticia porque impone topes a un mercado que hasta ahora carecía de regulación pública”. Pero pide más medidas en el mismo sentido.
Desde Elkarrekin Donostia proponen que, al menos, el 70% de las nuevas construcciones en la ciudad se destinen a vivienda protegida, con una mayoría dedicada al alquiler social. Asimismo, consideran urgente aplicar el canon a las más de 5.500 viviendas en desuso en la ciudad, medida ya aprobada en pleno a iniciativa de Elkarrekin.
Lasa indicó también la necesidad de regular las viviendas turísticas, que representan 1.262 inmuebles en la ciudad, un 1,33% del total. «Reducir drásticamente estas viviendas turísticas y ponerlas a disposición de los donostiarras es esencial para aliviar la carga sobre el mercado de alquiler y ayudar a que los residentes puedan encontrar una vivienda adecuada», afirmó.
Además Lasa insta al Ayuntamiento a ser aún más ambicioso en su política de vivienda, prohibiendo la compra de viviendas por parte de fondos buitre y limitando la compra de inmuebles a quienes no los adquieran como primera residencia, como ya ocurre en ciudades de Bélgica y Países Bajos.
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