El conflicto en torno a las condiciones de las trabajadoras de las residencias y centros de día de Gipuzkoa no parece cerca de la resolución. Al menos, eso se desprende del comunicado emitido hoy por el sindicato ELA, tras una reunión entre más de un centenar de delegadas del sector. En esta, han decidido convocar otros 19 días de huelga, que se desarrollará entre los días 20 de febrero y 10 de marzo.
Esta nueva convocatoria viene precedida de otros 16 días de huelga cumplidos en 2018 (repartidos entonces en varios meses), con un seguimiento que ELA -sindicato mayoritario en el sector- tildó de masivo.
Desde ELA no han visto avances pese a sus medidas de presión, por lo que redoblan la apuesta: «Estamos decididas a mejorar las condiciones del sector y a dotarlo de mayor calidad, y parece ser que esto solo se puede conseguir haciendo huelga, porque ni las patronales ni la Diputación dan un solo paso para solucionar el conflicto», justifica su comunicado. «Son más de dos años desde que empezó la negociación, y más de cuatro meses desde que comenzamos la huelga, y nuestra situación solo ha ido a peor».
«Lo ocurrido en este tiempo está demostrando que las patronales solo tenían en mente el aumento de los beneficios empresariales» a costa de «la perdida de condiciones laborales para las trabajadoras del sector». A la vez, «el tiempo también ha demostrado que la mesa negociadora era una tomadura de pelo. A día de hoy, ni se reúne» .
En cuanto a dicha mesa, de todos modos ELA decidió levantarse de ella «porque las patronales no estaban dispuestas a garantizar la firma simultanea del convenio sectorial y los convenios de empresa, y plantean la congelación y la perdida de poder adquisitivo para los años 2017 y 2018». Mientras eso no cambie, ELA no volverá a ella.
Críticas especiales a la Diputación
«Las trabajadoras del sector queremos denunciar el papel que esta jugando la Diputación de Gipuzkoa», que es «la financiadora en más de un 90 % del sector». A su entender, «está dando total cobertura a las patronales».
Según la versión de ELA, el ente foral «pide y tiene un papel fundamental en la ampliación de los servicios mínimos», que siempre han visto abusivos desde el sindicato. Y, por otro, la Diputación «acepta que la patronal siga precarizando a las trabajadoras, ampliando los beneficios empresariales con el dinero de todos».
«El Gobierno de está Diputación, que habla de recaudaciones récord año tras año, por ahora no tiene ninguna intención de dirigirlo a centralizar el cuidado y unas condiciones de vida dignas en la sociedad Gipuzkoana». Pero las trabajadoras de Residencias de ELA prometen seguir cuidando de los mayores a la vez que pelean por sus condiciones.
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