(EFE). El vertedero de San Marcos ha iniciado la cuenta atrás para su cierre definitivo con las obras de la última fase para su clausura y sellado iniciadas recientemente, ha informado este lunes el presidente de la mancomunidad, Eñaut Gracia.
Según informa este organismo en una nota, Gracia ha hecho este anuncio en una rueda de prensa en la que también han participado representantes de los tres municipios en los que se ubica la instalación: Astigarraga, Donostia y Errenteria.
Previsiblemente las obras tendrán una duración de año y medio y supondrán el final del proyecto de obra para la recuperación, clausura y sellado del vertedero iniciado hace veinte años atrás y que luego dará paso a un período de 30 años de control ambiental postclausura.
Los trabajos han sido licitados por más de siete millones de euros, presupuesto que «da la dimensión de la envergadura e importancia de esta intervención».
En concreto, está prevista una intervención sobre una zona de unos 100.000 metros cuadrados que incluirá un sellado superior, sistemas de drenaje y capas para canalizar y evacuar las aguas de la lluvia, además del desmantelamiento de las instalaciones de la planta de transferencia de residuos.
De esta manera, se cerrará un proceso iniciado en 2004 que ha contado de diferentes fases y que ha tenido un «fuerte impacto», sobre todo «por olores y tránsito de camiones» en toda la zona.
El vertedero de San Marcos fue explotado desde inicios de la década de los 70 hasta el año 1988 por la Mancomunidad formada por los municipios de Pasaia, Errenteria, Lezo y Oiartzun.
A partir de esa fecha comenzaron unas obras de acondicionamiento y ampliación con la finalidad de depositar también los residuos de otras localidades, como San Sebastián.
En octubre de 2008 cesó el vertido de residuos que en ese momento alcanzaba las tres millones de toneladas aproximadamente.
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