Avanzan a buen ritmo según los responsables las obras del tramo Hernani-Astigarraga de 2,4 kilómetros de longitud que dejarán la alta velocidad a las puertas de Donostia. Entre los trabajos que se están realizando destaca el inicio, en el plazo de dos meses, de la construcción de un elemento singular como es la cimbra o estructura del que será el primer viaducto atirantado del Estado para alta velocidad. El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, ha visitado hoy las obras.
El tramo Hernani-Astigarraga se inició en 2012 y, cuando se encontraba en un 40% de ejecución, diversos cambios sobre el proyecto original adjudicado propiciaron un acuerdo entre las partes para la resolución del contrato y la redacción de un nuevo proyecto. Éste se adjudicó en verano de 2019 y los trabajos se reanudaron a finales de ese año, con avances como el paso superior de Ergobia, que estará concluido para este mismo verano.
Tal y como informa el Gobierno vasco en una nota se trata del penúltimo tramo de los 18 que constituyen la primera encomienda de gestión firmada en 2006 entre el Gobierno central y el vasco, junto con Adif -el tramo Astigarraga-Lezo se encuentra en estudio informativo por parte del Ministerio de Fomento-.
La modificación del convenio entre ambas administraciones para impulsar la llegada de la alta velocidad a Euskadi en 2017 incorporó a la encomienda la estación de Atotxa (Donostia-San Sebastián, en obras actualmente), la de Ezkio (que acaba de ser adjudicada), el apeadero de Astigarraga y la ejecución del tramo Astigarraga-Oiartzun-Lezo, así como nuevas actuaciones de seguridad entre Bergara y Lezo. Son obras todas ellas en diversas fases de construcción por parte de ETS.
El tramo Hernani-Astigarraga, que supondrá una inversión de 94 millones de euros, comienza en el término municipal de Hernani con el denominado viaducto de aproximación de 618 metros, ya ejecutado. Con todos los pilares ya preparados, en dos meses comenzará la construcción de la estructura que sostiene el tablero del viaducto de Hernani (tramo central) de 483 metros, y el más espectacular por ser atirantado. El primero de ellos cruza el río Urumea una vez y el segundo lo hace en dos ocasiones.
El tramo final corresponde al denominado viaducto de prolongación, de 347 metros de longitud, que se encaja entre las vías de la línea existente de ancho convencional Madrid-Irun para, posteriormente, enlazar con ellas y, de este modo, entrar con los tráficos de alta velocidad en la estación de Atotxa.
La conexión también contempla la continuación hacia la frontera francesa a través de la línea actual, a la que se dotará de un tercer hilo en el tramo comprendido entre Astigarraga e Irun.
Según informa el Gobierno vasco en un comunicado la principal complejidad de esta obra reside en la obligación de ejecutarla respetando los servicios regulares de la línea Madrid-Irun, que discurre de forma paralela a la zona de trabajos, sobre todo en la parte final del viaducto. La inserción de las futuras vías de ancho UIC y la disposición final de las actuales de cercanías necesitarán de la ejecución de diferentes fases de obra y situaciones provisionales que supondrán desvíos temporales de la red ferroviaria. Otra dificultad añadida es la proximidad de la autovía del Urumea por cuya parte inferior cruza el viaducto ferroviario, el entorno urbano y el propio río Urumea.
El tramo Hernani-Astigarraga incluye otros contratos importantes en diferentes fases de obra como son la construcción del paso superior de Ergobia, que ha permitido la eliminación del paso a nivel del mismo nombre, que comunica los términos municipales de Donostia y Astigarraga. Su conclusión está prevista para el próximo verano. Su apertura permitirá desmontar definitivamente el actual paso peatonal provisional que permite el paso de los vecinos y vecinas de Okendotegi.
Otra de las obras pendientes que rematará el servicio ferroviario en el futuro en esta zona es la nueva estación de cercanías de Astigarraga y sus accesos.
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