(EFE). El TS ha confirmado la pena a tres años de cárcel impuesta por la Audiencia de Gipuzkoa a un hombre que ocultó una bolsa con cocaína bajo un coche aparcado en una calle de San Sebastián y que al volver a recogerla fue detenido por agentes de la Ertzaintza que habían establecido un dispositivo de vigilancia en el lugar.
El acusado apeló esta condena ante el Tribunal Superior de Justicia que rechazó su recurso, tras lo que acudió en casación al Tribunal Supremo (TS) que ahora ha vuelto a desestimar sus pretensiones y ha confirmado el fallo inicial que también le impuso una multa de 1.163 euros.
En una sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, el alto tribunal considera que la Audiencia de Gipuzkoa hizo en su momento «una valoración» de las pruebas «lógica, razonable y razonada» sin «déficits valorativos o probatorios», por lo que «la conclusión condenatoria resultó fundamentada sobre prueba de cargo bastante», al margen de que el condenado «no comparta» la decisión del tribunal sentenciador.
Bolsa con droga
Los hechos sucedieron sobre las 4.00 horas del 10 de enero de 2019 cuando, según la resolución judicial, el procesado introdujo en una bolsa la droga, repartida en varios pequeños paquetes, junto a una balanza de precisión, y la escondió bajo un automóvil estacionado en la calle Tomás Gros.
Una patrulla de la Policía Vasca que se encontraba en las inmediaciones se dio cuenta entonces de que esta persona estaba agachada junto a las ruedas del automóvil y, aunque los agentes perdieron de vista al individuo, comprobaron que la bolsa depositada en el lugar contenía 46 gramos de cocaína que en el mercado ilícito hubiera alcanzado un precio de 1.163 euros.
Por ese motivo avisaron a una dotación de paisano con el fin de que estuviera pendiente de si alguna persona acudía a recogerla, hasta que pasado un tiempo, sobre las 6.00 horas, el procesado regresó a por la bolsa, momento en el que fue detenido.
Versión de los agentes
Para condenar al acusado, la Audiencia otorgó total credibilidad a la versión de los agentes que intervinieron en el caso, ya que, según sus testimonios, existía «coincidencia» en la indumentaria de la persona que ocultó la bolsa y la de quien fue a recogerla.
Asimismo, los ertzainas que esperaron el regreso del acusado mantuvieron «de manera clara» que éste «se dirigió directamente al vehículo donde se encontraba la droga» y que se mostró extrañado de que en el interior de la bolsa no hubiera nada, ya que otra patrulla había trasladado ya los estupefacientes a dependencias policiales.
La sentencia restaba además veracidad a lo declarado por el inculpado, quien negó «rotundamente» los hechos y dijo que sólo estaba «dando un paseo» cuando vio la bolsa en la calle, donde no había «ningún coche aparcado, y la golpeó «con el pie».
Vehículos estacionados
A este respecto, la resolución judicial recordaba que «es comunmente sabido» que a calle Tomás Gros «se encuentra prácticamente siempre con vehículos estacionados a ambos lados de la calzada, incluso de madrugada».
Asimismo, consideraba que no resultaba «creíble» que la bolsa estuviera «a la vista» como dijo el encausado, dado que los agentes que intervinieron en los hechos la habían dejado «debajo del vehículo y no en mitad de la acera».
Deja un comentario