La de ayer era una jornada con bastantes citas en Donostia, pero la segunda edición del Salón Internacional del Cómic y Manga fue el evento más nutrido del día. En el Kursaal se dieron cita desde los auténticos forofos del género llegados desde Donostia y de ciudades vecinas a los curiosos de la cultura en general pasando por las familias con niños impresionables ante la figura imponente de Hulk y sin que falte un grupo esencial en estos eventos: aquellos capaces de tunearse durante horas para ofrecer la mejor versión de sus personajes más admirados.
En resumen: miles de personas circularon por el Kursaal a lo largo de toda la jornada, algunos con la idea de llevarse algún capricho, otros con la promesa hecha en casa de no gastarse un euro (la tentación está allí).
El Salón Internacional del Cómic y Manga ha logrado en su segunda edición consolidarse como evento en un sector donde hacer las cosas a medias resulta un pecado («pensaba que iba a ser cutre y está fenomenal», apuntaba un aficionado gallego que acudía por primera vez) mientras los responsables de las editoriales presentes mostraban las últimas novedades. Aunque sin duda la zona del modelaje, espectacular, es lo que más admiración despierta, más allá de las colas para poder llevarse el cómic firmado.
Hoy, última jornada del evento. Con exhibición de baile coreano, concurso Cosplay de pasarela e incluso una iniciación al japonés, entre otras posibilidades. Realmente hay mucho para ver.
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