El Real Automóvil Club Vasco Navarro ha manifestado que no comparte la medida de cortar el tráfico en el Paseo de la Concha al transporte privado durante casi un año «con el pretexto» de finalizar las obras de la barandilla y el carril bici. El club automovilista considera que la medida va a crear más problemas al tráfico de los ya existentes debido a los cambios realizados y el resto de obras que se están realizando por toda la ciudad y especialmente
en el Centro.
En un comunicado el club afirma que teme que el cierre temporal del Paseo de La Concha al tráfico privado acabe siendo definitivo, «al igual que sucedió en la Calle San Martín a la altura de la Catedral del Buen Pastor. Algo similar ocurrió cuando se realizaron las obras en el primer tramo de la barandilla del Paseo de La Concha. Con esta excusa se anuló de forma provisional uno de los tres carriles para destinarlo a usos relacionados con la obra. Tras la experiencia caótica, incluso peligrosa, de dos carriles estrechos delimitados por bloques de hormigón, que el Consistorio calificó como muy positiva, se decidió anular el tercer carril de forma permanente para ampliar el espacio de peatones y el carril-bici».
El RACVN opina que estas medidas han supuesto la creación de embotellamientos y aglomeraciones de vehículos en zonas donde la densidad del tráfico no era un problema y además han provocado que el acceso de la ciudad por la zona del Río Urumea, que era una de las más congestionadas, absorba todavía una cantidad mayor de vehículos, magnificando todavía más las retenciones y el colapso de vehículos.
«El cierre al transporte privado supone un nuevo golpe al colectivo de automovilistas de la ciudad, que ven cómo sistemáticamente se les limita cada vez más el acceso a la ciudad y se les pone todo tipo de trabas, sin atender a los motivos y razones que llevan a los usuarios a utilizar sus vehículos. Sin embargo, la cuota de contraprestación que pagan los propietarios de los vehículos por utilizar sus vehículos en la ciudad y disponer de infraestructuras (el impuesto municipal de vehículos) no sólo no se reduce, sino que es una de las más caras de todo el Estado», denuncia el RACVN.
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