(EFE). Los socialistas donostiarras han agradecido este jueves la labor desarrollada por la Librería Lagun durante más de medio siglo, un «refugio del librepensamiento, de resistencia democrática y de dignidad ética y cívica en tiempos muy oscuros, muy duros», ha destacado la portavoz del PSE en el Ayuntamiento de San Sebastián, Marisol Garmendia.
La concejala y otros compañeros de corporación han rendido, junto al secretario general del PSE de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, un «sencillo y emotivo» homenaje a «la familia de Lagun» en el propio establecimiento, que cerrará en pocas semanas ante la imposibilidad de continuar con el negocio por el descenso de las ventas.
«En este país tantas veces ingrato con los resistentes y luchadores por la paz y la libertad, hemos querido rendir este pequeño y sentido homenaje, este acto de justicia ciudadana y donostiarra. Habéis sido un faro de luz, en estas paredes y en las de la Plaza de la Constitución hemos encontrado la paz y la palabra», ha destacado Garmendia ante unas estanterías ya vacías.
Esta librería, símbolo de lucha por las libertades durante el franquismo y ante ETA, fue fundada en 1968 por María Teresa Castells y su marido, el exconsejero socialista José Ramón Recalde, que sobrevivió a un atentado de la banda terrorista, y por Ignacio Latierro, exparlamentario del PSE y el único que vive de los tres.
Esta tarde, Latierro, de 80 años, se ha acercado a la librería de la que se había ido alejando poco a poco, especialmente tras la muerte en noviembre de su mujer, Rosa Cuezva, otra de las caras visibles de Lagun.
Pero ha sido Elena Recalde Castells, quien recogió el testigo de su madre, la que ha dado las gracias por este reconocimiento. «Ha sido un honor y un placer para mí seguir el legado de Ignacio, de Rosa, de mi madre. Pienso mucho en ella y en mis hermanos, que también lo agradecerán», ha dicho.
Este homenaje lo ha impulsado el PSE antes de que Lagun cierre definitivamente, lo que se producirá pasado agosto en una fecha aún por determinar, según han explicado sus responsables, que han visto cómo ha crecido la afluencia de clientes desde que se hizo público el adiós de la librería.
El acto se ha cerrado con la presentación del último número de la revista Grand Place que edita de la Fundación Mario Onaindia, como tributo también a una librería que ha sido lugar de encuentro y debate a lo largo de 55 años.
Deja un comentario