«Conocer a Cristóbal Balenciaga fue una de las alegrías especiales de mi vida. Fue un amigo muy querido». Así se refirió Rachel L. Mellon al modisto vasco, de quien se convirtió en musa durante más de diez años. Mellon, que falleció en 2014, tuvo una vida intensa: era heredera de una gran fortuna, filántropa, coleccionista de arte, diseñadora de jardines -entre ellos el famoso Rose Garden de la Casa Blanca-, amiga personal de los Kennedy y esposa del magnate bancario Paul Mellon.
La colección que ahora se puede ver en el Museo Balenciaga, sin duda uno de los acontecimientos gipuzkoanos de este año, refleja bien el estilo de ella y cómo él supo vestirla en cada ocasión. Las prendas que se exponen podrán ser contempladas por el público hasta el 25 de enero.
La exposición Rachel L. Mellon Collection muestra en cinco salas varias de las prendas que el diseñador confeccionó para su musa: un centenar de piezas de indumentaria y medio centenar de documentos y objetos personales como bocetos, correspondencia, facturas o fotografías.
El comisario de la muestra ha sido Hubert de Givenchy, y es que cuando Balenciaga cerró su negocio hace casi 50 años acompañó a Mellon a los talleres del modisto francés para presentar a ambos amigos.
El Museo Balenciaga, inmerso en la relación entre el modisto y su musa
«Conocer a Cristóbal Balenciaga fue una de las alegrías especiales de mi vida. Fue un amigo muy querido». Así se
Deja un comentario