(EFE). El mayor contrato de mantenimiento de carreteras de Gipuzkoa volverá a salir a licitación con condiciones actualizadas a finales de junio y se prevé que será adjudicado a finales de este año después de que el actual haya sido resuelto de forma anticipada como consecuencia de la inflación.
La diputada foral de Infraestructuras Viarias, María Ubarretxena, y el director de Bidegi, Alfredo Etxeberria, han comparecido este lunes en las Juntas Generales, a petición de Elkarrekin Gipuzkoa, para informar de la resolución anticipada de este contrato suscrito en 2018.
La sociedad foral Bidegi sacó entonces a licitación el contrato para la explotación, mantenimiento y conservación de la AP-8, la AP-1 y la GI-636 por un período de ocho años y un presupuesto superior a los 296 millones de euros.
El contrato, que recayó en la empresa Bidelan, debía finalizar en 2026, aunque ambas partes han decidido resolverlo de manera anticipada.
No obstante, Bidelan continuará realizando los trabajos de forma provisional hasta que culmine la nueva adjudicación. La única revisión introducida ha sido la del sobrecoste laboral que será asumido por la sociedad foral durante este período.
Los incrementos de costes derivados de la inflación y su repercusión también en el convenio laboral de la concesionaria están detrás de esta resolución anticipada del contrato, que deberá volver a licitarse y que, según ha anunciado la diputada, ya no será de ocho años sino de «seis más dos».
Ubarretxena ha explicado que Bidegi trabaja ya en los nuevos pliegos que saldrán a concurso para finales de junio y en los que, según ha desvelado, habrá «algunas diferencias» y nuevos planteamientos.
Bidelan tendrá la opción de presentarse a la nueva adjudicación de este contrato ya que, según ha señalado la diputada, «no hay nada que se lo impida».
Ha precisado que los derechos de los trabajadores, que serán subrogados, quedarán «totalmente garantizados» en el contrato que asumirá las condiciones recogidas en el nuevo convenio.
En este mismo sentido se ha pronunciado Alfredo Etxeberria, quien ha asegurado que en 2017 cuando se publicaron los pliegos «nadie esperaba lo vivido estos últimos cinco años».
La conclusión económico financiera es que a partir 2023 Bidelan está en pérdidas y que para 2026 estas podrían ascender a 10 millones de euros, ha señalado.
La diputada ha explicado que en octubre de 2023 la empresa adjudicataria pidió un reequilibrio económico-financiero -una especie de rescate-, que fue desestimado.
Sin embargo, la opción de rescisión de contrato que ha salido adelante estaba contemplada en el articulado, que preveía esta opción cuando el motivo sobrevenido se debiera a causas ajenas a la empresa.
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