(EFE). El masajista investigado por presuntos abusos sexuales a tres chicas menores de edad ha recurrido su procesamiento ante la Audiencia de Gipuzkoa, después de que el juzgado que instruye el caso rechazara sobreseerlo o, en su defecto, culminar una serie de diligencias pendientes como había pedido su letrado.
El Juzgado de Instrucción Número 4 de San Sebastián procesó el pasado abril a este masajista donostiarra al entender que lo sucedido podría ser indiciariamente constitutivo de un delito contra la libertad sexual de las chicas.
Según el auto de procesamiento, al que ha tenido acceso EFE, los hechos se habrían iniciado en febrero de 2020, fecha a partir de la cual el investigado habría conocido a estas tres adolescentes de 15, 13 y 14 años, a las que «se habría ofrecido» para hacerles masajes con el fin de «quitarles las tensiones, la ansiedad y el estrés que pudieran tener».
«Sin perjuicio de una ulterior calificación», el auto judicial apreció «indicios racionales de criminalidad» en el caso, derivados de «las exploraciones en prueba preconstituida de las víctimas» y los informes del equipo psicosocial, así como de la declaración del propio imputado y de sus conversaciones con las menores a través de las redes sociales.
En un primer momento, el procesamiento fue recurrido en reforma por la defensa, ante el propio juzgado instructor, por la supuesta vulneración a la tutela judicial efectiva sufrida por su cliente al no haberle dado traslado de los informes psicosociales de las víctimas hasta cinco meses después de emitidos, de forma conjunta al auto que finalizó la instrucción.
Asimismo, el letrado defensor, Juan E. Álvarez Fanjul, se refirió, entre otros argumentos, a la «ambigüedad» de estos informes pues, en su opinión, en ninguno de ellos el equipo psicosocial ha podido «concluir la validez de las declaraciones de las menores».
No obstante, el juzgado rechazó estas razones en un nuevo auto en el que atribuyó a un «error informático» el «traslado tardío» de los informes que, por otra parte, no supuso, a su entender, «perjuicio alguno» a la defensa que según, señala, aún está a tiempo de solicitar nuevas diligencias, al igual que el resto de las partes.
Respecto a las supuestas «carencias de los informes«, el juzgado entendió que el relato de las menores «tiene consistencia más que suficiente y credibilidad objetiva para continuar por los trámites procesales y que los hechos lleguen a juicio».
Así las cosas la defensa ha vuelto a recurrir ahora el auto de procesamiento, esta vez en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa, alegando que, de haber recibido los informes «cuando se tenían que haber remitido», podría haber propuesto la realización sobre ellos de una prueba «pericial de parte».
En su recurso, al que ha tenido acceso EFE, la defensa argumenta además que se le ha privado de un tiempo que de otra manera habría dispuesto para «instar diferentes diligencias de investigación», mientras se pregunta «cómo es posible que, en este tipo de procedimiento, los informes y el auto de procesamiento se remitan conjuntamente» a una de las partes.
El defensor sostiene además que hasta el momento «no existen ni tan siquiera indicios mínimos que permitan continuar con el procedimiento y con la pertinente celebración del juicio», por lo que reclama el sobreseimiento provisional de las actuaciones y, de no hacerlo, que el caso vuelva ala fase sumarial para la práctica de las nuevas diligencias de investigación que ya ha solicitado.
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