El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 3 de Donostia-San Sebastián ha dictado una sentencia 12/2024 sobre el chalet construido en el paraje de Txalin, en Igeldo, propiedad del futbolista Xabi Alonso. Haritzalde y Ieltxo Kultur Elkartea, que llevan tiempo pidiendo la demolición, celebran que la citada sentencia «ha sido favorable».
«La sentencia dice que el chalet es ilegal porque no tiene nada que ver con la reconstrucción del caserío original (un caserío que había sido expropiado en Martutene) y que en el edificio reconstruido no se cumple en absoluto la obligación de mantener la tipología rural. La sentencia también considera ilegal la construcción de una cubierta plana. El argumento que esgrime la sentencia es tan radical que ni siquiera ha necesitado el juzgado pronunciarse sobre las irregularidades concretas que denunciábamos en nuestra demanda», inciden los denunciantes.
«El edificio va a tener que ser demolido pues no solo carece de licencia, sino que esta sentencia deja claro que la licencia otorgada en el año 2018 es nula y de imposible legalización», añaden.
Los demandantes, en un comunicado, denuncian «la mala y frívola actuación del Ayuntamiento donostiarra. Los promotores, con una osadía espectacular, no sólo emprendieron una clara operación ilícita, sino que idearon unos accesos inexistentes, reclamaron una edificabilidad que no existía en el edificio original y en el caso del sótano superaron claramente lo que se podía permitir. Pero el Ayuntamiento, en lugar de defender la lógica y los derechos de los ciudadanos, aceptó estas peticiones contraviniendo las normas o alargándolas y retorciéndolas hasta el infinito».
Se preguntan los demandantes por qué se permitió hacer esta obra. «Ni siquiera permiten construir piscinas en Igeldo; ¿por qué en este caso sí?», y se cuestionan también sobre los gastos del proceso. Más información sobre el tema, aquí.
Desde Ezker Anitza-IU se denunció
Ezker Anitza-IU se muestra satisfecha por la sentencia que ordena el derribo del chalet de Txalin y recuerda que ya denunció en su momento que se trataba de «un ejemplo del urbanismo a la carta del Gobierno PNV-PSE».
La organización de izquierdas, a través de la que fuera su concejala la pasada legislatura, denunció a finales de 2021 en comisión esta obra, «ya que la misma no tenía nada que ver con el traslado y reconstrucción de un caserío expropiado en Martutene, hecho que ha ratificado el juzgado de lo contencioso-administrativo». El grupo municipal volvió a preguntar por el tema en 2022.
La concejala de Ezker Anitza-IU en el Ayuntamiento, Arantza González, valora que «dos años más tarde, hoy, un tribunal ha reconocido lo que se denunció en comisión: una operación cuestionable desde su origen, que no respetaba ni morfología, ni dimensiones ni volúmenes, ya que el caserío de Martutene tenía una superficie residencial de unos 400 m2 y la construcción de Igeldo supera los 1.100 m2, con un sótano del 100% de la edificabilidad autorizada. Un caserío en Martutene que no contaba con piscina de ningún tipo, pero la nueva villa sí».
Lo denunciamos en 2021, nuevamente en 2022.
Hoy un juzgado dice lo mismo que ya avanzamos.
Ese chalet nada tiene que ver con la morfología rural de un caserio a reconstruir.
Ordena su derribo.
Y ahora ¿quién paga señor @EnekoGoia? https://t.co/LRbr4lbB0N— EzkerAnitza Donostia🔻 (@IUDonostia) January 26, 2024
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