(EFE). Abdulaye Kulibaly, el joven migrante de 18 años que falleció el pasado domingo en Irun al intentar cruzar el río Bidasoa para llegar a Francia, recibió ayer el adiós póstumo de su tío, Mohamed Lamine Camara, residente en Nantes, que durante su visita recorrió los lugares donde su sobrino pasó sus últimas horas.
Mohamed Lamine Camara, de 31 años, es el familiar con el que Abdulaye Kulibay quería reunirse para iniciar una nueva vida tras el periplo que le llevó desde su Guinea Conacry natal a España y que se vio truncada el pasado domingo en aguas del río Bidasoa.
Tras identificar el cuerpo, Camara, acompañado del director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, visitó el centro de Cruz Roja en Hilanderas donde su sobrino estuvo tres días y que él mismo conoce porque lo utilizó en 2018 al llegar al País Vasco antes de viajar en autobús a Bayona e instalarse posteriormente en Nantes, donde reside actualmente en situación regularizada.
Poco después se trasladó al zona de Enderlaza, en la curva de San Miguel, el punto exacto de la orilla desde donde su familiar intentó cruzar el río acompañado de otro chico, que sí consiguió su objetivo.
En ese lugar depositó un ramo de flores y recitó unos versículos del Corán en recuerdo del joven fallecido.
En declaraciones a los medios de comunicación, señaló que su sobrino quería ir a Francia «a toda costa» y, tras atravesar «muchas dificultades», cuando «estaba casi a punto de llegar», se ahogó en el río.
«Solo quiero decir que lo que le ha pasado a mi sobrino no tiene que pasar a otras personas y a otras familias», expresó.
«Yo también crucé el mar para llegar a España, pero para pasar del País Vasco a Francia utilicé el autobús, que es lo que hay que hacer, viajar en coche o en autobús, porque cruzar el río tiene sus consecuencias».
Camara hizo durante su visita a Irun un llamamiento a los migrantes que llegan a esta frontera para que permanezcan el tiempo «que haga falta» en esta ciudad, si es necesario hasta «dos o tres meses», antes de poner en peligro sus vidas tratando de pasar a Francia a través del río.
«Tengo mucho dolor, pero fue el destino el que decidió que las cosas fueran así. Ahora lo que quiere la familia es que el cuerpo sea repatriado a Guinea y necesita apoyo para que esto pueda hacerse», explició Camara.
Con este acto concluyó el ritual de duelo para recordar a su familiar fallecido, que se ha convertido en el segundo joven subsahariano en morir tratando de alcanzar el país galo atravesando el río Bidasoa.
El pasado 22 de mayo fue rescatado de sus aguas el cuerpo sin vida de un joven marfileño de 22 años que trató de llegar a la otra orilla, situada ya en el término municipal de Hendaya.
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