Una treintena de médicos se ha reunido esta semana para conocer de primera mano el informe sobre la incineración de residuos realizado por los científicos del CSIC Eduard Rodriguez Farré (profesor del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, CSIC-IDIBAPS y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública del ISCIII, que también ha sido miembro de la Comisión científica de la Unión Europea para los Nuevos Riesgos para la salud) y Fernando Palacios (Investigador titular del CSIC / MNCN-Dpto Biodiversidad y Biología evolutiva). El informe está encargado por GuraSOS dentro del proyecto Hitzartu, que pone en entredicho la salubridad de la incineradora de Zubieta y pretende culminar con la redacción de un plan de residuos para Gipuzkoa. En los próximos días los servicios jurídicos de GuraSOS presentarán este informe pericial ante el TSJPV junto a la demanda contra la Autorización Ambiental Integrada de la incineradora.
La conclusión principal del informe presentado apunta a que «la Autorización Ambiental Integrada no garantiza la salud al no establecer controles ni limitaciones sobre sustancias que se emitirán a la atmósfera y se diseminarán en el entorno, depositándose en la vegetación, el suelo y el agua, de las que se conocen sus efectos cancerígenos, mutágenos o sobre la reproducción humana, tal y como obliga la Ley 16/2002».
«La bibliografía consultada refleja ya claramente la relación entre el funcionamiento de las incineradoras de residuos, inclusive las modernas que están actualmente en funcionamiento en Europa y las patologías serias a las personas que viven en su entorno», afirman los expertos, que añaden que «se puede presumir que la incorporación de las nuevas sustancias en las emisiones de las incineradoras producirá un efecto conjunto sobre la salud de las personas y el medio ambiente aún más serio que lo que se conoce a través de los datos publicados hasta el momento».
«Sustancias peligrosas»
Explica el estudio que «en las instalaciones de incineración, a pesar de los filtros y de los sistemas de depuración, incluso controlando que la emisión de sustancias se realice por debajo de los niveles permitidos, se emiten sustancias peligrosas que circulan por el aire ambiente y se acumulan en el entorno de las instalaciones en concentraciones significativamente altas debido a que las sustancias que se emiten son persistentes y acumulativas. Dichas sustancias, como dioxinas y furanos, crean un riesgo de cáncer considerable en los residentes que viven en el entorno de éstas instalaciones».
Destaca el informe médico que «es desaconsejable comprometerse a la construcción de nuevas incineradoras en base al conocimiento y a las condiciones actuales, ya que se observa falta de datos sobre toxicidad de sustancias no identificadas; inevitabilidad de emisiones de metales peligrosos como partículas volátiles, funcionamiento ineficiente de las chimeneas que dan lugar a incremento de emisiones en cantidades desconocidas, formación en las chimeneas de sustancias altamente tóxicas como dioxinas y furanos, especialmente cuando las condiciones no son eficientes, y su aumento en el medio ambiente y en los tejidos humanos». También hace referencia a «los efectos crecientes en el tejido humano de otras sustancias orgánicas como el tolueno, el benceno, los bifenilos policlorados, los alcanos, los alcoholes y los fenoles».
Aprecia el informe que existe una «toxicidad demostrada en sustancias cuya emisión no será objeto de control» como polibromodifenil éteres (PBDEs), que «producen tumores, tienen efectos neurotóxicos, alteran el tiroides, son tóxicos para el sistema reproductivo puesto que perjudican el crecimiento fetal al final del desarrollo, reducen el tamaño del recién nacido, y son tóxicos para el hígado». Entre otras sustancias como el bisfenol A, que «es un disruptor endocrino al igual que las dioxinas y los PBDEs produce cáncer de mama y de próstata, produce anormalidades reproductivas, modifica el genoma/transcriptoma, es adverso para la calidad del ovocito, para la recuperación del ovocito y para el desarrollo potencial de los ovocitos humanos, produce cambios mutagénicos, inhibe la metilación del ADN, tiene efecto estrogénico, hepatotóxico, mutagénico y carcinógeno».
El informe médico encargado por GuraSOS desaconseja la incineradora
Una treintena de médicos se ha reunido esta semana para conocer de primera mano el informe sobre la incineración de
Las obras de la primera fase de la incineradora. Foto: Diputación (David Vicente)
Deja un comentario