Un varón de 61 años ha sido detenido en la localidad gipuzkoana de Larraul, acusado de presuntos delitos de maltrato animal, contra el medio ambiente y contra la salud pública. Se responsabiliza al hombre, que cría ovejas, tanto de tener un matadero clandestino en el establo de su vivienda como de arrojar los restos de los cadáveres a una sima del monte Ernio.
Según relata el Departamento de Seguridad, a finales del pasado febrero la Ertzain-etxea de Hernani fue alertada de que en dicha cavidad alguien estaba arrojando con asiduidad restos de animales muertos. Una dotación policial acudió allí y comprobó que la citada sima tenía una profundidad de unos seis metros. Efectivamente, en el interior había restos de huesos, pieles y vísceras, algunos de ellos recientes.
Las indagaciones realizadas en los días siguientes llevaron a identificar a un varón de 61 años como presunto autor de los vertidos. La Ertzatinza pudo comprobar que era propietario de ganado ovino, y que de forma habitual lo vendía a particulares.
Ante esta situación, ertzainas responsables de la investigación, en compañía de un veterinario de la Diputación de Gipuzkoa y dos Técnicos del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco se personaron en la vivienda del sospechoso para inspeccionarla. En su establo localizaron una estancia habilitada como matadero, junto a diferentes enseres utilizados para el sacrificio de los animales.
Se da la circunstancia de que el detenido ya fue investigado en 2018 por similares hechos delictivos.
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