(EFE). Iker Coca, hermano mayor de Santi Coca, fallecido tras recibir una paliza en el exterior de una discoteca de San Sebastián en 2019, ha asegurado que las personas que agredieron a su hermano «iban expresamente a por él».
«Ni mucho menos fue un todos contra todos», ha explicado, al tiempo que ha recordado emocionado cómo intentó cubrir con su propio cuerpo el de su hermano para «amortiguar» las patadas que le propinó un grupo de personas en un lapso muy corto de unos «veinte o treinta segundos».
Iker Coca, quien ha identificado en la sala a uno de los inculpados como una de las personas que se encontraba en el lugar aunque no ha determinado su participación en los hechos, ha sido el primer testigo en comparecer hoy en la segunda jornada del juicio con jurado que se sigue en San Sebastián contra los cinco jóvenes acusados de esta muerte, cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de veinte años por parte de la Fiscalía y de la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima.
Un sexto procesado se encuentra en paradero desconocido, tras haberse dado a la fuga y no está siendo enjuiciado en esta vista.
Un paquete de tabaco
Durante su intervención, Iker Coca ha recordado, apoyándose en un mapa de la zona, cómo aquella noche, sobre las 5 horas, cuando ya estaba fuera de la discoteca con un amigo, se les acercó otro al que habían robado un paquete de tabaco por lo que se aproximaron al presunto ladrón para que se lo devolviera, instante en el que detectó a su espalda mucha «tensión» y «movimiento».
Según ha detallado, al girarse vio a un montón de gente, unas diez o doce personas, dando puñetazos y patadas a su hermano, al tiempo que éste retrocedía, por lo que se acercó para «separarlos», hasta que notó «un golpe» y cayó al suelo con su hermano, mientras él intentaba ponerse «encima» de su allegado para «amortiguar» los golpes que seguían propinándole y que él mismo también comenzó a recibir hasta que finalmente el grupo de agresores se dio a la fuga hacia la Parte Vieja.
Ha indicado que «todo ocurrió muy rápido» y luego llegó la ambulancia, mientras él permanecía en «shock» porque su hermano estaba «en el suelo», «no se levantaba» y tuvo «la impresión de que estaba muerto».
El instante más emotivo de su testimonio se ha producido cuando Iker ha rememorado la figura de Santi, quien tenía 17 años cuando falleció, y al que ha definido como «un buen hermano». «El mejor que podía tener», ha dicho con voz entrecortada.
«Fue una agresión»
En otro momento de la vista ha declarado el joven al que le robaron el paquete de tabaco, quien ha ofrecido una versión concordante con la de Iker, y que ha insistido en que lo sucedido no fue una pelea sino una «agresión» contra Santi.
Ha desvelado que, ante la cantidad de golpes que estaba recibiendo, también él se colocó sobre la víctima para «protegerle», mientras los agresores le agarraban de la cazadora hacia atrás con la intención de seguir propinando «patadas y puñetazos» a Santi.
Un tercer testigo, también amigo de los anteriores, ha explicado que vio a Santi «solo» mientras era agredido por un grupo con «patadas, golpes y empujones» y éste les decía: «de uno en uno».
Ha detallado que él mismo, tras recibir un golpe, se dirigió hacia la «trifulca», que también se colocó encima de los anteriores para protegerlos y que el sexto acusado, actualmente fugado, golpeaba «mucho y ensañado» hasta el punto de pensar que pegaba «a matar».
Ha comentado igualmente que también llegó a escuchar a Santi pedir a sus agresores que fueran «de uno en uno» porque le estaban atacando en grupo.
Otro testigo, amigo del hermano de la víctima, que presenció lo ocurrido desde cierta distancia con una visión más global de los hechos, ha cobrado especial relevancia al situar con claridad en el lugar a los cinco acusados a quienes ha llegado a reconocer, aunque tan sólo ha identificado a tres de ellos como integrantes del grupo que propinó golpes a Santi antes y después de caer al suelo.
Se tiraron sobre la víctima para protegerla
Este joven también vio como Iker Coca y los otros testigos se tiraron sobre Santi para protegerle de los golpes que estaba recibiendo y que también recibieron parte de los golpes.
Ha desvelado asimismo que había por el lugar varios porteros de la discoteca a los que pidió que llamaran a una ambulancia.
Está previsto que el juicio se reanude esta tarde con la declaración de dos nuevos testigos y que las sesiones se retomen luego el martes con el testimonio, entre otros, de Fatima Hacine, madre de la víctima.
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