(EFE). La Comisión de Valoración de víctimas de violencia por motivación política en Euskadi ha reconocido como víctima a Rosa Zarra, la donostiarra que murió en 1995 ocho días después de recibir en el vientre el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza.
Zarra, de 58 años y que tenía un riñón trasplantado, se encontraba en las proximidades de la Paloma de la Paz, junto al estadio de Anoeta de San Sebastián, presenciando los incidentes registrados entre seguidores de Herri Batasuna y pacifistas que apoyaban a los trabajadores de Alditrans y que pedían la liberación del empresario entonces secuestrado por ETA José María Aldaya.
La Audiencia de Gipuzkoa archivó en su día la denuncia presentada contra la Ertzaintza por el abogado de la familia, Iñigo Iruin, después de que el informe de los forenses del propio tribunal considerara que la muerte se había producido de forma natural y no debido a un pelotazo de goma disparado por la Ertzaintza.
El entonces consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, también atribuyó el fallecimiento de Roza Zarra a causas naturales.
Sin embargo, tras estudiar su caso la Comisión de Valoración de la ley de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos en el contexto de la violencia de motivación política ha considerado que Rosa Zarra murió como consecuencia de la actuación de la Ertzaintza, según han confirmado fuentes del Gobierno Vasco.
La familia de la mujer recibirá el dictamen de la comisión el lunes en un acto privado.
Su sobrino Dani Goñi ha señalado en Euskadi Irratia que los allegados de Rosa esperan ahora un gesto de las instituciones. «Nunca hemos pedido castigos, sino que se reconozca la verdad y que nos expliquen por qué han tardado tanto en reconocerla. Se han aferrado a una decisión incorrecta que tomaron en su día y no han sabido darle la vuelta», ha dicho.
«Un tema de tal calibre genera dolor y para la familia ha sido muy duro que esa mentira estuviera en el aire. Es decir, oír una y otra vez que su muerte se debió a una enfermedad, no nos ha dejado pasar el duelo como es debido», ha asegurado.
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