(EFE). El Gobierno Vasco ha avanzado que en el plazo de dos semanas responderá a la petición de los ayuntamientos de Hernani y Astigarraga de crear una mesa interinstitucional para abordar los «daños colaterales» de la temporada del «txotx» pero ha remarcado que en dicho foro deberá estar representado el sector sidrero.
Los alcaldes de Hernani, Xabier Lertxundi, y Astigarraga, Xabier Urdangarin, se reunieron el pasado 1 de febrero con el diputado de Equilibrio Territorial Verde de la Diputación, Xabier Arruti, y el pasado miércoles con el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, para tratar este asunto, según han informado hoy ambos consistorios en una nota conjunta.
Los alcaldes trasladaron su preocupación por los «daños colaterales», el «desprestigio que vive la cultura de la sidra» y la «masiva» llegada de visitantes que se produce los sábados en los últimos años en ambas localidades guipuzcoanas. Consideran que el problema debe abordarse desde un «consenso básico por parte de todas las instituciones» para lo cual sugieren la puesta en marcha de una mesa interinstitucional.
Tanto el Ejecutivo autonómico como la institución foral señalan que en ese órgano deberá estar representados los sidreros, señalan los ayuntamientos guipuzcoanos, que detallan que el viceconsejero remarcó que «no se tomarán medidas si se perjudica al sector de la sidra» aunque «reconoció que hay un problema los sábados en los dos pueblos».
Problemas de convivencia
Los representantes municipales explican que la temporada del txotx «se está alargando», lo que se traduce en «más molestias» para los vecinos y un incremento de costes para los consistorios en limpieza y seguridad. Consideran además que el «modelo de txotx» vigente debe cambiar, ya que la afluencia que se registra los sábados «no es sostenible» para que la ciudadanía pueda hacer su vida habitual.
En este sentido, precisan que el pasado sábado se contabilizaron 80 autobuses de visitantes en ambas localidades y se espera una mayor afluencia las próximas semanas.
Esta flujo de visitas ha generado «problemas de convivencia y ciertas actitudes inaceptables» ante las cuales los ayuntamientos señalan que han puesto en marcha una campaña conjunta contra las agresiones machistas, racistas o contrarias a la convivencia, para la que han requerido del apoyo institucional.
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