El consejero de Medio Ambiente Iñaki Arriola, requirió ayer mediante una orden a las empresas de valorización de residuos que adopten las medidas necesarias para alcanzar “el máximo de su capacidad autorizada” y para “admitir con carácter preferente” los residuos provenientes de la Comunidad Autónoma. Así mismo, se impone a los titulares de los vertederos de residuos no peligrosos y a las empresas productoras de varias corrientes de residuos la limitación temporal de su eliminación mediante vertido si previamente no se ha procedido a su valorización.
La finalidad de estas medidas es paliar a corto y medio plazo el déficit de capacidad de vertido causado por la inutilización de la instalación de Verter Recycling en Zaldibar tras el trágico deslizamiento del 6 de febrero y el cierre por llenado, a finales de ese mes del vertedero de Mutiloa, gestionado por Cespa Conten S.A. Zaldibar acogía cada año una media de 500.000 toneladas y Mutiloa 350.000 toneladas del total de 2,2 millones de residuos no peligrosos industriales que se eliminan en Euskadi. Tras varias medidas anunciadas ayer el volumen de residuos que no pueden acoger los vertederos vascos a lo largo de este año es de unas 250.000 toneladas.
Ante el cierre simultáneo de ambas instalaciones, que recibían en total 850.000 toneladas (más de un tercio del total), las Viceconsejerías de Medio Ambiente y de Industria convocaron a una mesa de trabajo, el pasado 17 de febrero, a los responsables de los vertederos públicos y privados junto a las asociaciones de empresas generadoras de las principales corrientes de residuos (siderurgia, papel, fundición) con el fin de facilitar la búsqueda de alternativas a las industrias potencialmente más afectadas. En la reunión se solicitó a los vertederos un esfuerzo especial para aceptar los residuos que se destinaban a Zaldibar y Mutiloa y entre los días 20 y 27 todos ellos fueron precisando sus posibilidades de admisión inmediata y a corto y medio plazo.
Tras el análisis de las cifras ofrecidas, la capacidad adicional disponible se estima en 440.000 toneladas anuales, con lo que se produciría un déficit de capacidad de 410.000 toneladas. Sin embargo, tras analizar las posibilidades de valorización de algunas corrientes de residuos industriales, se considera que el volumen de residuos que no pueden acoger los vertederos vascos a lo largo de este año es de unas 250.000 toneladas.
La orden del consejero de Medio Ambiente pretende hacer frente a esta situación y, por ello, en aplicación de las leyes de Medio Ambiente y de Residuos y Suelos Contaminados, recoge distintas medidas. Entre otras requiere a las empresas de valorización de residuos del País Vasco que hagan lo necesario para alcanzar el máximo de la capacidad de tratamiento que tengan autorizada y que den preferencia a las corrientes de residuos provenientes de la Comunidad Autónoma.
Al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, titular del vertedero de Gardelegi, se le solicita que acepte la mayor cantidad posible de los residuos industriales no valorizables que estén incluidos en su autorización y se generen en Álava, al margen de cuál fuera su destino hasta ahora.
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