Ĺa asociación patrimonialista Áncora ha escrito una carta a la Alcaldía de Donostia respecto al polémico derribo de la Estación del Norte. Responde así a las declaraciones del alcalde Eneko Goia, el pasado martes, en que decía que «el derribo de la Estación del Norte es un tema sensible, añadiendo que nos pilló a todos por sorpresa». Y achacaba la total responsabilidad de la obra a Euskal Trenbide Sarea (ETS).
«La estación del TAV es, sin ninguna duda un equipamiento estratégico para la ciudad de San Sebastián», responde Áncora en la carta. «Por este motivo tanto la redacción como el desarrollo del proyecto deberían estar supervisados por técnicos municipales y los propios responsables del gobierno local. No es aceptable que pretendan eludir cualquier implicación en la pérdida de este edificio histórico, pretextando que la competencia de la obra corresponde en exclusiva a ETS».
Recuerda que la protección efectiva del conjunto de elementos que integran el patrimonio urbano sí que es competencia y responsabilidad municipal y que la preservación del extinto edificio de viajeros fue solicitada por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco durante la última revisión del PEPPUC, «proponiendo un régimen de intervenciones muy restringido, acorde con su propósito de declararlo Monumento de Euskadi».
«Áncora presentó otra alegación para que la terminal ferroviaria tuviese una protección adecuada, incidiendo en el mantenimiento estricto de su envolvente exterior. Lamentablemente, todas las aportaciones de nuestra asociación fueron desestimadas en bloque, sin ninguna argumentación específica en lo relativo a la estación del ferrocarril».
A Áncora le parece alarmante que desde la Alcaldía pongan como ejemplo de lo que está ocurriendo el derribo y la reconstrucción de La Perla como referente para justificar la actuación en curso porque «los textos doctrinales de ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) defienden los valores de autenticidad e integridad y sientan el principio de mínima intervención, denunciando todo intento de falsificación mediante réplicas».
Además Áncora vuelve a pedir «más transparencia en materia urbanística». Lo cierto es que no ha podido consultar el proyecto del arquitecto Jon Montero pese a sus reiteradas solicitudes, lo que ha motivado una reclamación ante la Comisión Vasca de Acceso a la Información Pública.
«Interesa comprobar si la sustitución del edificio del siglo XIX estaba prevista desde el inicio y era conocida por el consistorio o ha sido consecuencia de una decisión tomada a posteriori, dilucidando en su caso las responsabilidades que puedan derivarse del arrasamiento de un bien de tan alta significación colectiva», incide Áncora, añadiendo que «los resultados electorales han evidenciado un descontento generalizado por la continuada pérdida de patrimonio en los últimos años, tendencia destructiva que es urgente corregir de cara a este nuevo mandato». Imágenes del derribo, aquí.
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