Lo dieron todo los gipuzkoanos ante el Valencia y jugaron bien, pero no pudo ser por un solo punto de esos que se convierten en todo al final de un partido. Se complica la permanencia.
Lo cierto es que cómo no soñar con ganar tras un primer cuarto con total igualdad que terminó 14-14, un segundo más flojo con un 29-33 pero sin perder el ritmo del partido del que los gipuzkoanos no salieron en ningún momento.
Nevells puso por delante el equipo con un escueto 39-38, suficiente para elevar la tensión en Illunbe, con un GBC que a partir de ahí llegó a ponerse 62-52 y daba a los suyos presagios de lo mejor.
Pero Fernando San Emeterio puso final al sueño y dio la victoria a los suyos a quien segundos del final del partido.
Buen partido pese a todo, abierto y en lucha. Escaso consuelo para los gipuzkoanos.
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