Alguna que otra visita al juzgado ha hecho ya el fotógrafo Kote Cabezudo, en prisión provisional desde mayo, y más va a hacer próximamente. Lo de hoy por obstrucción a la justicia ha sido un tímido inicio de los juicios que le esperan y pese a todo el abogado Mario Díez pide cuatro años y ocho meses y el Fiscal cuatro años. Motivo: haber colgado en la red imágenes de una mujer desnuda al día siguiente de que ésta se personara en una causa contra el fotógrafo. Él alega que fue «casualidad», según ha explicado Díez a la salida del juzgado.
A partir de aquí la situación procesal de Cabezudo, popular fotógrafo erótico donostiarra, va a dar para mucho. Díez representa a 23 denunciantes que se refieren a casos que van desde el 88 hasta la actualidad. Algunos, prescritos. Con todo el abogado asegura que conoce a más de 50 mujeres que podrían denunciarle, pero la mayoría no se lanza a hacerlo. «En sede judicial él niega que ninguna de ellas sea víctima de nada. Habla de un complot en su contra».
En lo que se refiere a la prescripción de los delitos, para algunas de las mujeres «es importante dar su testimonio porque sienten esa necesidad aunque no vaya a haber una reparación», explicó Díez. Además el abogado insiste en su tesis («hasta ahora sin demasiado éxito frente al Ministerio Público») de que no deberían prescribir los abusos ya que las víctimas sufrían amenazas y había material que era un freno para denunciar. «Si la amenaza persiste el delito no prescribe y sostendré esa tesis hasta el final», explicó Díez.
En lo que se refiere a la causa más importante contra el fotógrafo ya va por el 24 tomo, según ha concretado Díez, y podría estar cerrada la instrucción para junio de este año (cabe recordar que las primeras denuncias datan de 2013).
«Las causas que básicamente sostenemos en los casos que no están prescritos se refieren a posesión de material pornográfico infantil», explicó el representante de las denunciantes, añadiendo que antes de la causa principal hay dos instrucciones ya cerradas y hay dictado un auto de juicio oral. «Uno de los casos está referido a la falsedad documental», ya que le acusan a Cabezudo de falsear contratos para que las niñas parecieran mayores de edad y Díez pide cuatro años por este delito. «El otro se refiere a una estafa procesal porque el investigado trató de acceder a los servidores en que se encontraba el material para destruir pruebas». Por ello y porque Cabezudo no habría tenido éxito en la destrucción de pruebas Díez pide nueve meses.
Lo dicho: dicen las denunciantes que el camino ha sido largo hasta llegar aquí y aún así parece que está todo por empezar.
Desde las 9 horas Bidasoaldeko Elkarte Feminista y la Plataforma SOSKoteKasua se han manifestado en la puerta de los juzgados y han reivindicado la presencia de las instituciones en apoyo a las víctimas. Y han criticado que continúa habiendo imágenes denigrantes para las víctimas en las redes.
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