(EFE). El minuto pendiente de disputa entre el Real Unión de Irun y el CD Urki de Eibar en la final guipuzcoana por el ascenso a Liga Vasca Juvenil (16-18 años), que se suspendió el sábado por una invasión de campo, se disputará mañana miércoles a puerta cerrada, ha informado la Federación Guipuzcoana de Fútbol.
Según esta fuente, aunque el encuentro aplazado tuvo lugar en el campo de Harane (Usurbil) el minuto que falta por jugar se disputará a partir de las 19.45 horas en las instalaciones que la Real Sociedad tiene en Zubieta.
Si una vez finalizado el tiempo previsto persiste el empate a dos goles que en el momento de la suspensión figuraba en el marcador tendrá lugar una prórroga, ha concretado la Federación.
Los incidentes del pasado sábado ocurrieron en la parte final del encuentro, cuyo vencedor ascenderá directamente a Liga Vasca Juvenil, mientras que el perdedor tendrá que jugar un triangular ante los segundos clasificados de Bizkaia y Álava.
Los altercados comenzaron en la grada justo después del empate a dos logrado por el Real Unión y continuaron luego con la invasión del campo, lo que obligó a suspender el partido y a intervenir a la Ertzaintza.
Los incidentes se produjeron cuando apenas quedaba un minuto para el fin del encuentro y uno de los jugadores unionistas empatóy dejó el marcador en 2-2, han informado a EFE fuentes del club irunés.
El presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, Manu Díaz, quien estaba en el partido cuando se produjeron los altercados, ha dicho que, «más allá de las condenas», esta entidad actúa siempre con «contundencia absoluta» cuando se produce «cualquier incidente de grada que rebase el límite».
Ha asegurado, en declaraciones a EFE, que esta fue la máxima que se aplicó el pasado sábado con la «suspensión inmediata» del partido cuando faltaba un minuto para su finalización.
«No se va a tolerar» ningún comportamiento similar. «No habrá tibieza», ha advertido Díaz, quien ha precisado que ahora se analizarán las imágenes disponibles de los incidentes por si alguna de las personas implicadas pudiera tener licencia federativa.
Díaz ha querido remarcar especialmente el «comportamiento ejemplar y sobresaliente» que mostraron «en todo momento» los entrenadores y el cuerpo técnico tanto del Real Unión como del CD Urki, así como el equipo arbitral. «Estamos muy orgullosos» de ello, ha subrayado.
Con posterioridad a los altercados, el Real Unión aseguró en un comunicado que estos «incidentes» no representan de ninguna manera los valores del club fronterizo, ni del CD Urki, ni de la Federación Guipuzcoana de Fútbol.
La entidad fronteriza explicó que se encontraba en contacto con «todas las partes para colaborar y aclarar lo ocurrido» y asegurarse de que «incidentes de este tipo no ocurran en el futuro».
«Desde aquí, un llamamiento a la reflexión a todas las personas que estuvimos allí y a las que defendemos este deporte para acabar con cualquier tipo de violencia dentro y fuera de los terrenos de juego». «Todos y todas tenemos parte de responsabilidad para que esto no vuelva a ocurrir», concluyó el Real Unión.
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