El encarecimiento de la vivienda centra parte importante del Pleno de Política General

Vivienda, turismo y empleo han sido los asuntos de los que más se ha hablado esta mañana durante el Pleno de Política General que se está desarrollando en el Consistorio donostiarra y que se reanudará en unos minutos. Este balance que llega mediada la legislatura ofrece lecturas bien distintas, como es de imaginar, entre los partidos de gobierno y la oposición, si bien en ambos casos se ha coincidido en señalar la vivienda como el principal problema de los donostiarras debido a su precio. «El encarecimiento de la vivienda es la otra cara de la reuperación económica que ya se empieza a sentir. La encuesta de percepción ciudadadana sitúa esta cuestión como de las peor valoradas en nuestra ciudad y rebaja el grado de satisfacción medio. Nos preocupa», ha expresado el alcalde Eneko Goia, quien ha reconocido que políticamente no es fácil darle la vuelta a este asunto.
El alcalde ha recordado que a día de hoy se están levantando 424 nuevas viviendas públicas en Txomin Enea y otras 113 de precio tasado. Las obras «van bien» y se prevé que terminen en 2018. Durante la segunda fase se construirán 359 pisos más. 
Por su parte su compañero de gobierno, el socialista Ernesto Gasco, se ha referido a un plan «a corto o medio plazo» que prevé la construcción de 3.000 viviendas, incluidas las 1.200 de Txomin Enea.
En su turno Amaia Almirall, de EH Bildu, ha suspendido literalmente al gobierno municipal en dos temas relacionadas con la vivienda: los Viveros de Ulia y los pisos turísticos. «En Ulia la gestión ha sido penosa. Morlans era una alternativa adecuada para las viviendas. Pues no. Ni Morlans ni Ulia. Ahora los juzgados han paralizado el proyecto». En la misma tesitura se ha expresado Almirall respecto a los pisos turísticos, ya que «está clara la influecia negativa de este fenómeno en el parque de viviendas de alquiler», y se ha referido a la ordenanza elaborada por el equipo municipal como «la ordenanza que todo el mundo critica». También ha destacado que el 59% de los donostiarras considera que el turismo provoca una saturación excesiva en la ciudad.
La popular Miren Albistur ha echado en cara al alcalde que se centre en los cuarteles de Martutene al referirse a la necesidad de viviendas de la ciudad. «Pueden hacer más cosas, tienen las herramientas», ha expresado Albistur refiriéndose a otras zonas. Además la concejala ha puntualizado otros asuntos que también preocupan a la ciudadanía como las conexiones con el exterior, en referencia al aeropuerto de San Sebastián.
Ambas políticas de la oposición, Almirall y Albistur, han criticado lo que consideran una falta de dinámica en la política municipal. Almirall ha insistido en que «no existe una apuesta por la política industrial» y Albistur se ha detenido especialmente en las cifras del paro juvenil, que ha tachado de preocupantes.
El turno de la oposición lo ha cerrado Amaia Martin, de Irabazi, que también ha sacado a colación el tema del paro y la precariedad de los nuevos contratos («el 93% de los firmados en agosto era temporal») y ha dedicado un espacio importante en su disertación a los residuos, que también le han supuesto un suspenso al alcalde desde la oposición. «En 2015 se generaban 80.500 toneladas de residuos y en 2016 casi 90.000 toneladas. Cada vez está más lejos el objetivo de la reducción. No nos sorprende proque la propuesta de su partido es quemar los residuos», ha expresado Martin en referencia a la incineradora de Zubieta, cuyas obras están en marcha.
Por su parte Goia ha expresado que el gobierno municipal que preside ha ejecutado el 55% del programa acordado para la presente legislatura, que la situación actual de Donostia “es mejor” que hace un año, una afirmación “basada en datos, no en impresiones” y ha recalcado que Donostia es hoy la capital vasca con una menor tasa de desempleo (9,6% según datos de septiembre).
El alcalde también se ha referido a los retos de la ciudad como los pisos turísticos o el envejecimiento de la población como temas en que se trabaja con ahínco.