Esta tarde podrá verse de nuevo el documental sobre el edificio Bellas Artes de Donostia nacido en el contexto de la Bienal de Arquitectura MUGAK y promovido por la asociación conservacionista Áncora. La cita será a las 19 horas en el Koldo Mitxelena.
https://www.youtube.com/watch?v=Hgrt1oJaPgs
Se trata de un documental de 65 minutos realizado por la productora FRANGOAK de Errenteria con Koldo A. Gabarain al frente de la cámara y el montaje y Alexander Castrillo como técnico de sonido y asistente de producción. El audiovisual ha sido financiado por el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte del Gobierno Vasco.
El proyecto ha sido promovido desde Áncora, asociación para la conservación del patrimonio que se constituyó en 2013 con el objetivo inicial de defender el edificio Bellas Artes.
La idea era explicar el edificio de manera visual y atractiva, proponiendo un completo análisis en torno a su importancia histórica y cultural. Porque a pesar de su llamativa presencia urbana se trata de un monumento desconocido para muchos donostiarras.
El rodaje se ha enfrentado a problemas obvios porque el edificio lleva años clausurado y envuelto en una red. La imagen exterior actual es muy pobre en comparación con su aspecto original, ya que la empresa propietaria ha hecho todo lo posible por devaluarlo y afearlo.
La película tiene una vocación reivindicativa, pues se trata de poner en valor uno de los edificios civiles más singulares y relevantes que posee San Sebastián. Parte de una sólida investigación previa desarrollada por Alberto Fernández D’Arlas y Eneko Oronoz.
Entre los archivos consultados, además del Municipal, merece la pena destacar el fondo Hennebique conservado en el Instituto Francés de Arquitectura (París), que ha permitido ilustrar la dimensión del autor de este edificio como pionero en las técnicas del hormigón armado.
También el archivo personal del arquitecto Ramón Cortázar y su extensa biblioteca, cuya consulta ha sido facilitada amablemente por sus descendientes. La película es también un homenaje a la figura de este gran arquitecto, que dejó una impronta muy visible en la ciudad.
La película está enteramente rodada en San Sebastián y combina las tomas exteriores con entrevistas, siendo destacables precisamente las secuencias que se han grabado en el interior de la vivienda de Ramón Cortázar, donde su bisnieto Álvaro Encío hace las veces de guía y anfitrión.
El documental cuenta con la colaboración de numerosos expertos destacados en diferentes ámbitos.
Las dificultades derivadas del ocultamiento del edificio tras una malla y la imposibilidad de acceder a su interior, se han visto resueltas con unas magníficas imágenes en 3D recreadas por Josep R. Casals, reconocido especialista cuyo trabajo consiste precisamente en adaptar las últimas tecnologías al servicio de la interpretación y puesta en valor del patrimonio cultural.
Destaca Áncora que «durante el rodaje se produjo la concesión de la licencia de derribo, situación inesperada que introdujo un punto de incertidumbre y estrés, de manera que el curso real de los acontecimientos se solapa y coincide en el tiempo con la realización de la película, confiriéndole un interés mayor desde el punto de vista testimonial».
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